En el segundo día de una conferencia en línea del Vaticano sobre la relación de la mente, el cuerpo y el alma para la promoción de la salud, Chelsea Clinton pidió la regulación en las redes sociales del "contenido anti-vacunas" contra el COVID-19.
Clinton, metodista y partidaria del aborto legal, participó de la "V Conferencia Internacional del Vaticano", organizada por el Pontificio Consejo para la Cultura y la Fundación Cura, y que se llevó a cabo del 6 al 8 de mayo en el Aula Nueva del Sínodo en el Vaticano. La conferencia se tituló "Explorando la mente, el cuerpo y el alma: cómo la innovación y los nuevos sistemas de prestación de servicios mejoran la salud humana".
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La hija del expresidente Bill Clinton y de la exsecretaria de estado Hillary Clinton realizó su llamado de regulación durante un conversatorio del 7 de mayo que trató sobre la construcción de un sistema de salud más equitativo a raíz de la pandemia de coronavirus.
Clinton, de 41 años, quien es vicepresidenta de la Fundación Clinton, reflexionó sobre por qué un número significativo de personas no está recibiendo la vacuna de COVID-19. Ella distinguió entre "indecisión por la vacuna" y "rechazo a la vacuna".
"Solo tenemos que ser conscientes de que hay razones muy diferentes por las que la gente puede decir 'no ahora' o 'nunca nunca'", dijo.
Clinton explicó que la Fundación Clinton buscaba llegar tanto a quienes se resisten a recibir la vacuna como a quienes la rechazan rotundamente a través de "mensajeros de confianza".
"Hemos trabajado con varias comunidades religiosas diferentes, incluidos algunos de nuestros socios católicos, para ayudar realmente a garantizar que quien sea capaz de tener una conversación pueda adelantarse o responder cualquier pregunta que la gente pueda tener, e incluso para aquellos que se encuentran actualmente en el grupo de rechazo", comentó.
Clinton, al enfatizar que hablaba a nombre propio y no por las organizaciones que representa, pidió una regulación internacional del contenido de las redes sociales sobre las vacunas.
"Personalmente, creo firmemente que tiene que haber una regulación global más intensiva, intencional y coordinada del contenido en las plataformas de redes sociales", dijo.
"Sabemos que a menudo el contenido anti-vacunas que se crea en los Estados Unidos, desafortunadamente, florece en todo el mundo, a través de las rutas de WhatsApp, Facebook, Instagram. Y sabemos que, porque lo he intentado, apelar al liderazgo de estas empresas para que hagan lo correcto no ha funcionado, por lo que necesitamos regulación", añadió.
El mismo 7 de mayo, más temprano, el doctor Francis Collins sugirió que la pandemia de coronavirus debería verse como una crisis médica y espiritual.
Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos y miembro de la Academia Pontificia de Ciencias, dijo que la crisis médica era obvia en términos de la cantidad de personas que contrajeron el virus y murieron a causa del mismo.
"Pero también nos ha perturbado espiritualmente. Ha causado una gran cantidad de lucha, en términos de salud mental, ansiedad, depresión, incluso una sensación de trastorno de estrés postraumático, por parte de personas que han pasado por esto una y otra vez", expresó.
El doctor Collins confesó que ha venido trabajando largo tiempo desde su oficina en casa, y que había estado viviendo como un "ermitaño".
El experto dijo que si bien la ciencia parecía brindar la mejor esperanza para vencer la pandemia, no podía responder a las preguntas más profundas de la gente sobre el significado del sufrimiento.
"La esperanza que podríamos querer ofrecer ahora proviene de muchas maneras de la ciencia, y es algo en lo que estoy inmerso todos los días: el desarrollo de estas vacunas avanza a una velocidad extraordinaria, con una eficacia y seguridad. Una respuesta a la oración, incluso se podría decir".
"Pero también las otras luchas que la gente está teniendo y que las vacunas por sí solas no van a enfrentar… La sensación de desesperanza que muchos han experimentado, de miedo, ahí es donde creo que la fe es una solución mucho mejor", dijo.
Collins, un cristiano evangélico que alguna vez fue ateo, ha supervisado la colaboración de los NIH con compañías farmacéuticas y agencias gubernamentales para desarrollar una vacuna para COVID-19.
Señaló que había experimentado momentos difíciles mientras observaba cómo el virus se propagaba por todo el mundo, pero había encontrado consuelo en la Biblia.
"He tenido mis propios momentos durante estos 15 meses de sentirme frustrado, tal vez incluso un poco desesperado, de que este virus continuara ganando las batallas que estábamos perdiendo. Y no pude evitar preguntarle a Dios: '¿Por qué está pasando esto? ¿No hay algo que puedas hacer al respecto?'".
"Pero mientras leía las páginas de la Biblia me encontré acomodándome mucho en los Salmos. Porque si piensas que nuestros tiempos y nuestras luchas son novedosas, bueno, ve y lee los Salmos y verás con qué estaban lidiando David y los otros escritores de esos himnos", añadió.
Collins contó que continuamente vuelve a la Biblia y "particularmente a Salmos como el Salmo 46, que parece haber sido escrito para esta época".
Collins, quien ganó el premio Templeton de 1.3 millones de dólares el año pasado, dijo que sentía alegría por las vacunas. "Me alegro por los notables avances en las tecnologías de diagnóstico para descubrir dónde está este virus y quién ha sido infectado, y me alegro por los avances terapéuticos que están ocurriendo".
"Pero también me alegro de tener esta promesa de un Dios que comprende el sufrimiento, que murió en una cruz en una experiencia de sufrimiento que ninguno de nosotros puede ni siquiera imaginar, y que es nuestro refugio y fortaleza y nuestra ayuda siempre presente en los problemas", aseguró.
Otro orador que participó el 7 de mayo fue Brandon Marshall, quien jugó 13 temporadas en la NFL (Liga Nacional de Fútbol). Él reflexionó sobre su lucha con el trastorno límite de la personalidad y describió sus esfuerzos para ayudar a las personas en riesgo de suicidio.
Los oradores del primer día del evento, el 6 de mayo, incluyeron al doctor Anthony Fauci, asesor médico en jefe del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y al gurú de la Nueva Era, Deepak Chopra.
La conferencia de salud del Vaticano también presentó a los directores ejecutivos de grandes compañías farmacéuticas, incluidas Moderna y Pfizer, junto con celebridades activas en la filantropía médica, defensores de la salud mundial, legisladores, médicos y líderes religiosos.
El sitio web de la conferencia incluye a más de 100 oradores, incluidos Kerry Kennedy, Cindy Crawford, Joe Perry de la banda de rock Aerosmith y Mons. Dario Edoardo Viganò, prefecto emérito de la Secretaría de Comunicaciones del Vaticano.
El sábado, último día de la conferencia, hubo una "audiencia virtual privada" para los participantes con el Papa Francisco.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.