"Belén" es una joven de 27 años que asesinó a su hijo recién nacido y a quien la justicia ha condenado a 8 años de prisión. Su caso es manipulado por el lobby del aborto para intentar lograr la despenalización de esta práctica en Argentina.
La historia se remonta a la madrugada del 21 de marzo de 2014, cuando Belén (pseudónimo), que estaba embarazada, ingresó al Hospital Nicolás Avellaneda en Tucumán en el noroeste de Argentina, indicando que sufría cólicos renales y diarrea.
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Según los fundamentos del fallo sobre este caso, leídos el 3 de mayo de 2016, en un momento la joven pidió permiso para ir al baño. Fue en ese lugar donde dio a luz a su hijo.
El bebé -de aproximadamente 32 semanas de gestación- "nació con vida", con una talla de 36 centímetros y 950 gramos de peso, según indica el informe del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial.
Acto seguido, la joven, indica el informe, "cortó el cordón umbilical, luego lo anudó y, con claras intenciones de provocar la muerte de su hijo, lo arrojó por las cañerías del baño y tiró la cadena".
Belén regresó al lugar donde la atendían, "quedando el cuerpo de su hijo, ya sin vida, atascado en la cañería del inodoro",
Minutos después, la joven comenzó a tener hemorragias y fue llevada a la sala de ginecología donde se comprobó que había dado a luz "a un bebé de una edad gestacional superior a las 26 semanas".
El médico que atendió a la joven, Dr. José Daniel Martín, declaró a los jueces que "me quedó grabado que se saca la ropa (de Belén), se ve toda la parte genital con sangre y lo que se ve es un cordón umbilical, que pertenece a la placenta".
"Se ve que cae el cordón y se le pregunta dónde está el bebé. Ella negaba todo tipo de embarazo, decía que no había ningún bebé", recordó el ginecólogo.
Mientras el Dr. Martín se dedicó a atender a Belén, el resto del personal fue a buscar el cuerpo del bebé que finalmente encontraron en uno de los baños.
"Me dirijo a ese baño, llevo guantes, un equipo de parto por las dudas. Se veía la parte de arriba de la cabeza del bebé y lo llevó a la sala de neonatología. Me pongo los guantes, toco duro, una superficie dura, y como soy partera, sabía que era una cabeza", relató la partera del hospital, Marta Liliana Monges.
Durante toda la investigación del caso, Belén dijo a los jueces que "no sabía que estaba embarazada, creía que era una hemorragia por tantos medicamentos que había tomado".
El informe del Cuerpo Médico Forense confirmó que "el bebé -identificado como NN-, nació con vida, en razón de que la prueba hidrostática resultó positiva en sus cuatro tiempos, es decir que el bebé salió del seno materno y respiró por sus propios medios, existiendo aire en sus pulmones".
El examen también arrojó que el niño "sufrió traumatismo encéfalo craneano que le provocó la muerte" y que "sufrió en vida un importante traumatismo en región fronto-parieto-temporal occipital", es decir, en la cabeza.
Con todos estos hechos, los jueces de la Sala III de la Cámara Penal descartaron que la joven sufriera un aborto espontáneo, determinando que se trató de un "parto prematuro seguido de homicidio".
"Había un niño, que se probó que respiró, por lo que tuvo vida fuera del útero materno", afirmaron los magistrados.
El 19 de abril de 2016, los jueces Dante Ibáñez, Néstor Rafael Macoritto y Fabián Adolfo Fradejas, condenaron a Belén a ocho años de prisión por el delito de homicidio agravado por el vínculo mediando circunstancias extraordinarias de atenuación.
Pese a que los defensores de Belén alegan que no se practicó la prueba de ADN y que, por lo tanto, no hay prueba de que fuera de su bebé, los jueces no la estimaron imprescindible para probar la filiación y que "el niño encontrado en el baño, efectivamente, es el hijo de la imputada".
En ese día, hora y lugar "no hay ningún tipo de reporte, registro, constancia, denuncia o siquiera mención a la existencia de otro bebé, en esas condiciones -con un cordón umbilical cortado y desgarrado-, ni de otra mujer en esas condiciones, es decir, que en su matriz tenga un cordón umbilical cortado y desgarrado. De esta forma, se elimina todo tipo de duda", sostuvieron.
La decisión del caso provocó la ira de organismos promotores del aborto como Amnistía Internacional, que denuncia el caso de Belén como una injusticia, defendiendo que se encuentra en la cárcel por un "aborto espontáneo".
Esta estrategia de desinformación del lobby que busca la legalización del aborto en América Latina no es nueva. Cabe recordar el caso de "Las 17" en El Salvador, donde tomaron casos de mujeres presas por infanticidio y las presentaron como víctimas de una legislación contraria al aborto.
La defensa de Belén apeló a la nulidad del fallo y la libertad inmediata de Belén, que se encuentra en prisión desde 2014, por lo que el caso se derivó a la Sala Penal de la Corte Suprema de Tucumán, donde se decidirá finalmente su suerte.
Frente a eso, la plataforma pro vida CizitenGO lanzó una campaña de recolección de firmas dirigida a la Sala Penal de la Corte Suprema de Tucumán, en apoyo a la sentencia sobre el Caso Belén.
Para firmar esa petición, ingrese AQUÍ.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 26 de septiembre de 2014