La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) anunció que enviará una ayuda de emergencia de 120 mil dólares a una diócesis de Mozambique, en respuesta a los informes de que militantes vinculados al Estado Islámico decapitaron a más de 50 personas en el norte del país.
Según informó ACN el 10 de noviembre, esta masacre fue perpetrada por el grupo autodenominado "Estado Islámico en África Central" (ISCA), "presuntos yihadistas que atacaron la pequeña ciudad de Muidumbe [provincia de Cabo Delgado], decapitando y desmembrando los cuerpos de decenas de personas en un estadio de fútbol local".
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Además, reportó "la masacre de más de 15 niños y jóvenes, junto con sus tutores adultos, quienes los estaban preparando para participar en los tradicionales ritos de iniciación de la tribu Makonde".
Las Naciones Unidas pidieron a Mozambique el 10 de noviembre que investigue los informes de masacres y decapitaciones de mujeres y niños en la región.
La violencia extremista se ha intensificado en 2020 en la provincia del norte de Mozambique, donde varias iglesias han sido quemadas, personas decapitadas, niñas secuestradas y cientos de miles de personas desplazadas por la violencia.
"Parece como si estuvieran tratando de desalojar a toda la población de la parte norte de la provincia de Cabo Delgado, expulsando a la gente común sin el más mínimo vestigio de compasión", dijo a ACN la hermana Blanca Nubia Zapata, una religiosa de Mozambique.
"Más de 12.000 personas han llegado aquí en las últimas dos semanas. No podemos seguir el ritmo. Están llegando mujeres y niños, y personas mayores que llevan días caminando. Algunos han muerto en el camino, en las carreteras y en las pistas forestales", dijo Zapata.
La donación de 120 mil dólares que enviará ACN, también incluirá mantas, ropa, alimentos y productos básicos de higiene para los desplazados en el país africano, así como asesoramiento para víctimas de traumas.
"Queremos ayudar a la Diócesis de Pemba y las diócesis vecinas con ayuda de emergencia para las víctimas de Cabo Delgado, además de los proyectos que ya estamos patrocinando dentro de las diócesis para sus sacerdotes y religiosos", comentó el 10 de noviembre Regina Lynch, jefa de proyectos de ACN Internacional.
Pemba es la capital de la provincia de Cabo Delgado. El obispo local, Mons. Luiz Fernando Lisboa, ha sido un firme defensor de las necesidades de las más de 300.000 personas que han sido desplazadas por la insurgencia.
CABO DELGADO, la provincia más septentrional de Mozambique, ha atravesado una gran conmoción desde octubre de 2017. En una serie de más de 600 brutales ataques en nueve distritos distintos, insurgentes armados, que reclaman lealtad al Estado Islámico, así como en contraataques Según las fuerzas de seguridad nacional, se estima que más de 2000 personas han muerto, mientras que otras 310.000 se han visto obligadas a huir de sus hogares.
Más de 2.000 personas han muerto en ataques en el norte de Mozambique desde 2017 y otras 310.000 se han visto obligadas a huir de sus hogares, según ACN. Según la fundación pontificia, las muertes fueron ocasionadas por más de 600 brutales ataques en nueve distritos distintos, a manos de insurgentes armados que reclaman lealtad al Estado Islámico.
En la Semana Santa de este año, los insurgentes perpetraron ataques en siete ciudades y pueblos de la provincia de Cabo Delgado, incendiaron una iglesia el Viernes Santo y mataron a 52 jóvenes que se negaron a unirse al grupo terrorista, señaló Mons. Lisboa a ACN.
El Obispo de Pemba señaló en abril que los extremistas ya habían quemado cinco o seis capillas locales, así como algunas mezquitas. Dijo que la histórica misión del Sagrado Corazón de Jesús en Nangolo también fue atacada este año.
En junio, hubo informes de que los insurgentes habían decapitado a 15 personas en una semana. Sin embargo, el obispo dijo que la crisis en Mozambique se había enfrentado en gran medida con la "indiferencia" del resto del mundo.