El director de la Sala de Prensa del Vaticano, Padre Federico Lombardi, explicó que los cardenales que integran la comisión investigadora de la filtración de documentos reservados del Vaticano, no están imposibilitados de participar con el resto de cardenales durante las Congregaciones generales, es decir, las reuniones de los purpurados previas al Cónclave.
Los cardenales Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi, encargados de las investigaciones, hicieron entrega al Papa Benedicto XVI de un dossier donde se recoge toda la información que archivada durante sus meses de indagación respecto a la filtración de documentos reservados, denominada por la prensa como "Vatileaks".
El contenido del documento es totalmente privado y Benedicto XVI dispuso que solo podrá ser consultado por el próximo Papa. Solo los tres cardenales y Benedicto XVI conocen el contenido del dossier.
La prensa internacional ha puesto en la mira a estos tres cardenales como referente para los resultados finales del Cónclave. Mientras que el P. Lombardi señaló a los periodistas que, en este caso, hay que razonar de manera sencilla y normal.
"En el tiempo previo al conclave los cardenales se encuentran, se aconsejan entre ellos y ellos pueden ver que elementos pueden dar para ver la evaluación para elegir al sucesor del Papa, sin necesidad de mostrar el documento específico que permanece reservado como tal al sucesor", expresó.
El Papa ya recibió en audiencia a la Comisión y agradeció a los cardenales por su "provechosa labor", que "ha puesto de relieve, junto con los límites e imperfecciones propios del factor humano de toda institución, la generosidad, rectitud y dedicación de cuantos trabajan en la Santa Sede al servicio de la misión confiada por Cristo al Romano Pontífice".
La Sede de Pedro quedará vacante a partir del 28 de febrero a las 20 horas locales, y el Código de Derecho Canónico dispone que las Congregaciones generales de los cardenales no pueden comenzar antes del 1 de marzo.
La fecha límite para celebrar el Cónclave se sitúa entre el 15 y el 20 de marzo, pero podría sufrir variaciones si los Cardenales se acogen al Motu Propio promulgado esta semana por el Papa Benedicto XVI, por el cual, una vez reunidos todos los electores en Roma, los cardenales tienen potestad de adelantar las fechas del Cónclave.