El Arzobispo de Bogotá y Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Cardenal Rubén Salazar, destacó el acuerdo entre el gobierno y las FARC para liberar a los menores de 15 años de los campamentos guerrilleros y recordó que la Iglesia siempre apoya iniciativas que permita la reinserción social de las personas que dejan las armas, "especialmente si se trata de niños".
El domingo las delegaciones de las FARC y del gobierno que negocian en La Habana (Cuba), anunciaron un acuerdo para retirar a menores de 15 años de los campamentos del grupo guerrillero y elaborar una hoja de ruta para hacer lo mismo con los menores de 18.
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El acuerdo incluye un programa de atención para garantizar su incorporación a la sociedad. Aunque el jefe del equipo negociador de las FARC, Luciano Marín (alias Iván Márquez), dijo que solo tienen 21 menores de 15 años; la alta consejera presidencial para los Derechos Humanos, Paula Gaviria, dijo que la cifra real se conocerá cuando se elaboren los protocolos y comience la desmovilización de los menores, que debe ocurrir antes de la firma del acuerdo de paz.
El Cardenal Salazar asegura que "la Iglesia ha estado presente siempre en todos estos procesos, lo que hemos llamado la reinserción de todas estas personas que en algún momento estuvieron en la guerrilla, para que puedan reincorporarse plenamente a la vida civil".
A este respecto, recuerda que ahora mismo existen "una serie de procesos tanto de parte del gobierno como de parte de la Iglesia, que a veces se complementan ayudándose y apoyándose el uno al otro, para lograr esta reinserción, especialmente si se trata de niños que en la mayor parte de los casos han sido reclutados de manera violenta y por eso necesitan un acompañamiento especial en todos los campos".
"Hemos vivido una situación anormal, absurda, absolutamente sin ninguna explicación durante muchos años", afirmó en declaraciones a ACI Prensa desde Roma, donde se encuentra en estos días.
"Ahora se nos presenta la oportunidad de que la situación cambie radicalmente, de que las FARC dejen de ser las FARC, es decir, dejen de ser un grupo subversivo que con las armas trata de imponer sus ideas y se convierta en un partido político que entre en el juego democrático", señaló.
"Eso indudablemente requiere transformaciones de la manera como se está haciendo política en Colombia, y esto es lo que se está tratando de encontrar en las negociaciones", explica el Purpurado.
De la firma del acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC depende la visita del Papa Francisco a Colombia, que sería en los primeros meses de 2017.
Al respecto el Cardenal confirma que "la organización está en marcha. Ya hay comisiones que están trabajando". "Espero que muy pronto tengamos también de parte del Santo Padre la confirmación de la fecha que vendrá a visitarnos. Estamos muy felices esperando", afirmó.