Alrededor de 170 mujeres han denunciado agresiones sexuales y robos sufridos durante la noche del 31 de diciembre en la ciudad alemana de Colonia. El caso ha despertado gran polémica en el país por acusaciones de encubrimiento policial, mediático y político, cuando las investigaciones apuntan a que entre los atacantes se encontraron hombres que ingresaron al país como refugiados.
Cologne police chief removed after New Year Eve attacks - BBC News https://t.co/snOvJnxXbn pic.twitter.com/nVF2ZH97Dz
- matiere* (@matiere) enero 8, 2016
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De acuerdo a la prensa local, las denuncias apuntan a personas de rasgos norafricanos y árabes. La prensa local reporta la detención de al menos 31 sospechosos, 18 de los cuales serían refugiados.
Una semana después de lo ocurrido, el Arzobispo de Munich y Freising y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Cardenal Reinhard Marx, señaló en un comunicado que "los excesos en Colonia y otras ciudades importantes son profundamente inquietante para nuestra sociedad y no se pueden tolerar de ninguna manera".
"Necesitamos información precisa y una respuesta clara del estado de derecho", dijo.
El Cardenal Marx advirtió que "estas nuevas formas de violencia y sobre todo el trato inhumano de las mujeres no puede ser tolerada" y demandó que "todas las fuerzas sociales deben trabajar juntas para prevenir este tipo de incidentes y garantizar la seguridad".
"Como Iglesia estamos aquí para hacer nuestra contribución para participar en una sociedad que viva el respeto mutuo", señaló.
Han llovido acusaciones sobre la policía local por la demora en informar a la opinión pública sobre los ataques. También se ha criticado que habrían ocultado datos como la nacionalidad de los sospechosos.
La polémica le ha costado el cargo al jefe de la policía de Colonia, Wolfgang Albers, que fue destituido hoy.
Un reporte policial filtrado a la prensa señala que uno de los sospechosos exclamó, al momento de su detención: "soy sirio. Tienes que tratarme amablemente. La señora Merkel me invitó", en referencia a la canciller alemana Angela Merkel.
A fines de noviembre, Merkel recibió duras críticas por promover una política de puertas abiertas para refugiados, a pesar de diversas preocupaciones sobre la seguridad.
En declaraciones difundidas hoy por la cadena británica BBC, Merkel calificó las agresiones como "actos criminales repugnantes" que Alemania "no aceptará".
La canciller alemana demandó que todos los hechos sean "puestos sobre la mesa", y aseguró que "debemos examinar una y otra vez lo que ya hemos hecho que es necesario en términos de deportaciones de Alemania".
Con esto, aseguró, buscarán "enviar señales claras" a quienes "no están preparados para acatar nuestro orden legal".