Mons. Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, pidió en diciembre de 2020 cambios en la sección del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad, que fue promulgado por el Papa Juan Pablo II en 1992 como una guía autorizada de las enseñanzas de la Iglesia Católica.
Según CNA Deutsch, Mons. Bätzing dijo que creía que era necesario un cambio en el Catecismo, expresando su apertura a las bendiciones de las uniones homosexuales y diciendo que "necesitamos soluciones para esto".
El Catecismo afirma: "Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves, la Tradición ha declarado siempre que 'los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados' (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso".
"Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición", añade.