El Arzobispo de Santiago de Chile (Chile), Cardenal Ricardo Ezzati, reiteró su compromiso con las víctima del sancionado sacerdote Fernando Karadima y con la verdad, luego de que los demandantes del Arzobispado decidieran no continuar el proceso de acercamiento y conciliación con las autoridades de la Iglesia.
En 2011, tras una minuciosa investigación, la Congregación vaticana de la Doctrina de la Fe encontró culpable al P. Fernando Karadima de abusos sexuales a menores, por lo que lo conminó a "retirarse a una vida de oración y de penitencia, también en reparación de las víctimas de sus abusos".
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En un comunicado difundido el 11 de agosto, el Cardenal Ricardo Ezzati señaló que "la parte demandante nos ha confirmado en la audiencia de hoy su deseo de no continuar las conversaciones para lograr un acercamiento y una conciliación en el juicio que ellos han iniciado en contra del Arzobispado de Santiago".
"Junto a los abogados del Arzobispado, lamentamos muy sinceramente que no se haya podido continuar con las conversaciones que ambas partes llevamos adelante de buena fe, con esfuerzo y con el propósito de contribuir al proceso personal de renovación, curación y reparación que están viviendo los demandantes después de la dramática experiencia y los graves daños que les provocaron los abusos del sacerdote Karadima".
El Arzobispo de Santiago indicó que "durante estos meses pasados, le expresamos a los demandantes el reconocimiento por el aporte que realizaron con sus denuncias, las que permitieron que el tema fuera conocido por la Iglesia y la sociedad chilena, lo que condujo a comprobar los abusos y sancionarlos".
"Como pastor de la Iglesia de Santiago, desde que asumí el gobierno de la Arquidiócesis, yo mismo les he pedido perdón de corazón y comprensión por la frustración que les provocó el tiempo que requirió la investigación para comprobar los delitos y el haber sentido que su Iglesia no les acompañó como ellos esperaban. Y en ese sentido, reiteramos durante este proceso ese perdón".
El Cardenal recordó que "iniciamos este proceso de conciliación con la conciencia de tener visiones distintas sobre algunos hechos. Intentamos acercar esas visiones para construir un relato común que, siendo verídico, pudiera dejar a ambas partes en paz".
"Para el Arzobispado de Santiago resultaba fundamental que dicho acuerdo se construyera sobre la verdad que es la base de la justicia. En este caso, los abusos cometidos por el sacerdote Karadima sólo vinieron a ser conocidos por las autoridades de la Iglesia gracias a las denuncias de los demandantes".
El Arzobispo remarcó que una vez "efectuadas las denuncias, estas fueron investigadas y el sacerdote sancionado. Luego, la justicia civil confirmó estos hechos".
"No existe ningún antecedente, ni en el proceso eclesiástico ni en el proceso civil, de que el Arzobispado de Santiago haya tenido conocimiento de los abusos sexuales de Karadima antes de que se efectuaran las denuncias por los demandantes. En ese sentido nos parece que atribuir complicidad y encubrimiento de los abusos al Arzobispado es injusto y contrario a la verdad".
El Cardenal Ezzati señaló que "será en definitiva el tribunal el que resuelva la controversia".
"Por nuestra parte, reiteramos nuestro compromiso fundamental con las víctimas y nuestra disposición al diálogo con los demandantes, siempre sobre la base de la verdad y el respeto mutuo", concluyó.