Junto con expresar "serenidad y paz frente a la sustancia", "dolor por lo que estos hechos han producido a todos" y "desconcierto e indefensión frente al hurto sufrido de nuestra correspondencia privada con una clara intencionalidad de generar confusión y descrédito", el Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile y Arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati, recordó que el "Obispo tiene el deber de enseñar la auténtica doctrina del Evangelio y de conservar íntegro el depósito de la fe de la Iglesia".
"Cuando fui ordenado Obispo juré conservar íntegro y puro el depósito de la fe, tal como fue recibido de los apóstoles y conservado en la Iglesia, y cuando el Papa Francisco me creó cardenal, profesé que lo haría hasta la efusión de la sangre", afirmó el Cardenal Ezzati al diario La Tercera el pasado 13 de septiembre.
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"Sé que al guardar la doctrina, mi posición puede verse enfrentada a la de quienes opinan de otra manera. El respeto que les debo no me dispensa de la misión que la Iglesia me ha confiado. Los católicos debemos fidelidad a Jesucristo y a su Iglesia", sostuvo el Prelado en una entrevista concedida luego de que el Arzobispado de Santiago considerara como "grave la publicación de correos privados" entre él y el Cardenal Errázuriz, en el diario digital El Mostrador el pasado 9 de septiembre.
Los correos en cuestión, que datan del 2013 y 2014, se refieren al posible nombramiento del polémico sacerdote jesuita Felipe Berríos –que sostiene diversas posturas contrarias a la doctrina católica– como capellán del Palacio de Gobierno; y la nominación de Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del sacerdote Fernando Karadima, como miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores.
En primer lugar, y frente a las críticas de algunos por la forma y el tono en que en el correo se mencionan al P. Berríos y a Juan Carlos Cruz, el Arzobispo de Santiago señaló que "los términos pueden aparecer duros, ya que la conversación estaba enmarcada en un ámbito personal" y que lamenta "que estos correos se hayan hecho públicos y entiendo que, sacados de contexto, puedan haber ofendido a las personas aludidas".
"Aprecio verdaderamente el compromiso social del P. Berríos. Tiene a su haber muchos méritos en este campo, sin embargo, no comparto algunas de sus opiniones, tal como se lo he manifestado personalmente", señaló el Prelado.
"Por otra parte, respeto a cada una de las víctimas del caso Karadima", continuó el Cardenal Ezzati. "En nombre de la Iglesia he pedido perdón por las atrocidades que han sufrido. Sin embargo, en su momento estimé que, dado que había en marcha un proceso judicial, no era prudente la incorporación de Juan Carlos Cruz a una comisión pontificia".
En cuanto al contenido relacionado al sacerdote Berríos, el Cardenal Ezzati explicó que el Gobierno lo había propuesto, junto con otros dos jesuitas, como capellán de La Moneda y que él, en su calidad de Arzobispo, solicitó a la Presidenta Bachelet considerar una terna alternativa, ya que "me parecía importante ampliar las posibilidades de carismas personales de los nombres presentados".
Posteriormente, cuando el Gobierno le presentó el nombre del P. Fernando Vives, religioso de los Sagrados Corazones, "contando con el parecer favorable de su superior provincial, procedí a nombrarlo capellán".
Frente a la supuesta contradicción que algunos medios han difundido sobre el contenido de estos correos y sus anteriores declaraciones en las que afirmaba que no hizo acusación alguna al Vaticano por los dichos del P. Berríos, el Cardenal Ezzati reafirmó que "no he enviado denuncia alguna a la Sede Apostólica sobre el caso".
"Tal como se ha señalado anteriormente, y lo reafirmo ahora, preparé para mí un documento con la relación de los hechos: mi contacto personal con el provincial de los jesuitas; mi posterior encuentro con el P. Berríos y su superior, en el marco de una cena familiar en la cual dialogamos sobre las declaraciones públicas hechas por el P. Felipe", explicó.
En cuanto al contenido de los correos sobre la posible incorporación de Juan Carlos Cruz a la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, el Arzobispo de Santiago señaló que "consideré mi deber expresar reservas al respecto, ya que (Cruz) había presentado una demanda civil contra el Arzobispado de Santiago y, por otro lado, aparecía integrando otro organismo de la Iglesia, lo que era contradictorio".
"No obstante, estamos de acuerdo acerca de los abusos de Karadima; el desacuerdo está en la interpretación de la participación del Arzobispado de Santiago. Los nombramientos son de competencia exclusiva de la Santa Sede. Como se ha reafirmado en las últimas comunicaciones, nuestro compromiso es con las víctimas y con la verdad de los hechos", observó.
El Cardenal Ezzati confirmó que los correos en cuestión salieron desde su computador personal, por lo que en cuanto a acciones legales se trata, determinarán los pasos a seguir una vez que hayan conseguido saber cómo sucedió la filtración. Agregó que "lo ocurrido nos hace daño a todos, a las víctimas, al país y a la Iglesia. La violación de la correspondencia privada es un acto ilegal".
Respecto a la solicitud de algunos políticos de no presidir el Tedeum en ocasión de las fiestas patrias el próximo 18 de septiembre, el Cardenal Ezzati recordó que se trata de "un acto propio de los festejos de la Independencia de nuestro país (...). Es una tradición que el Arzobispo de Santiago presida esta celebración ecuménica, como un servicio en esta acción de gracias. Por lo tanto, no veo razón para no presidirlo".
El mismo día en que se publicó la entrevista del Cardenal Ezzati, Juan Carlos Cruz desmintió públicamente la versión del Arzobispo de Santiago.
Lea la entrevista completa aquí
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- ACI Prensa (@aciprensa) septiembre 9, 2015
