El Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes Solórzano, se pronunció sobre las recientes tensiones entre Nicaragua y el Vaticano.
El viernes 17 de marzo y en declaraciones a Associated Press, el Cardenal habló sobre el anuncio de la dictadura nicaragüense respecto a la posible ruptura de relaciones diplomáticas con la Santa Sede.
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"Son términos que yo desconozco. He escuchado unos que dicen rompimiento, otros que dicen solamente suspensión", comentó el Cardenal.
"Entonces yo no me quiero meter en problemas, porque son cuestiones de derecho y son cuestiones de Estado, de relaciones de Estado", precisó el Purpurado.
"Cuando yo no tengo conocimiento profundo, mejor guardo silencio", concluyó el Cardenal Brenes.
El sábado 18 de marzo, el Vaticano informó que el encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica en Nicaragua, Mons. Marcel Diouf, había dejado el país un día antes, con lo que se daba por cerrada la sede diplomática a petición del régimen de Daniel Ortega.
Mons. Diouf era el último funcionario del Vaticano en Nicaragua y asumía la función de encargado de negocios, luego de que en marzo de 2022 el gobierno de Daniel Ortega expulsara al Nuncio Apostólico, Mons. Waldemar Stanislaw Sommertag.
El 12 de marzo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua dio a conocer que estaba evaluando suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
Esto ocurrió dos días después de la publicación de una entrevista al Papa Francisco, en la que el Pontífice había criticado al régimen de Daniel Ortega, donde la Iglesia Católica es perseguida, comparándola con las principales dictaduras del siglo XX, como la de Hitler en Alemania.
En referencia al dictador Daniel Ortega, el Santo Padre señaló: "Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige" el país centroamericano.