El Cardenal africano Robert Sarah, Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum y participante del Sínodo de la Familia, denunció que los diversos reportes del evento que están haciendo los medios seculares constituyen un intento de presión sobre la Iglesia Católica para forzarla a cambiar su enseñanza sobre la homosexualidad.
En declaraciones a ACI Prensa este jueves el Cardenal, originario de Guinea, aseguró que "lo que los medios han publicado sobre las uniones homosexuales es un intento de presionar a la Iglesia (para cambiar) su doctrina".
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"La Iglesia nunca ha juzgado a las personas homosexuales, pero los actos homosexuales son graves desviaciones de la sexualidad", añadió.
El Purpurado africano dijo luego que aunque el documento que se emitió al final de la primera semana, conocido como la Relatio post disceptationem (RPD – Relación después del debate) no contiene algunos temas importantes, sí menciona otros puntos esenciales como "el rechazo de la Iglesia a promover políticas vinculadas a la ideología de género a cambio de ayuda financiera".
Para el Cardenal africano "no hay familia cristiana sin una mirada a Jesús, que se encarnó en una familia, con un padre y una madre".
Uno de los llamados círculos menores en inglés –los grupos en los que los padres sinodales conversan en esta segunda semana del Sínodo– moderado por el Cardenal africano Wilfrid Napier, resaltó que "la Iglesia tiene que seguir promoviendo la naturaleza revelada del matrimonio de un hombre y una mujer unidos en comunión fiel, duradera y abierta a la vida".
Citando el Catecismo de la Iglesia Católica, el Cardenal Sarah explicó a ACI Prensa que esta enseñanza no puede modificarse porque "basados en las Sagradas Escrituras, la Tradición de la Iglesia siempre ha señalado que 'los actos homosexuales son intrínsecamente perversos, ya que son contrarios a la ley natural y están cerrados al don de la vida. No pueden ser aprobados en ningún caso'"
Tras afirmar que la RPD es "documento de trabajo que refleja parcialmente lo discutido", el Purpurado recordó que la difusión de este texto "generó una sorpresa general, dado que el documento tenía que terminarse, pulirse y llevaría al borrador final del texto que debe ser aprobado por los padres sinodales".
"¿Alguien quiere desestabilizar a la Iglesia y minar su enseñanza?" cuestionó.
"Recemos por esos pastores que dejan a las ovejas del rebaño del Señor a merced de los lobos de esta sociedad decadente y seculariza, alejada de Dios y su naturaleza. La sexualidad no es un hecho cultural sino natural", concluyó.