En Viena, Austria, el Prefecto para la Congregación de las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato elevó a los altares a la Beata Hildegarda Burjan, una madre de familia conversa que destacó por su actividad política y caridad.
Con ocasión del rezo del Ángelus junto a los miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Benedicto XVI, animó a los fieles a dar gracias a Dios por ejemplo de vida de la nueva Beata.
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"Queridos hermanos y hermanas, hoy en Viena es proclamada Beata Hildegard Burjan, laica, madre de familia, quien vivió entre el siglo 1800 y 1900, y fundadora de la sociedad de las Hermanas de la Caritas Socialis. ¡Alabemos al Señor por este testimonio del Evangelio!", exclamó.
Hildegarda nació en el seno de una familia judía no practicante. En su juventud se dedicó a la política y se unió en matrimonio con un ingeniero húngaro judío, Alexander Burjan.
En 1909 Hildegarda enfermó debido a un serio problema en el riñón que estuvo a punto de llevarla a la muerte. En el hospital, las monjas comenzaron a rezar por su débil salud y mejoró.
Hildegarda atribuyó la cura a un milagro, así es como conoció a Dios, y durante su convalecencia en el hospital, al observar la labor social que desarrollaban las monjas en el hospital y pidió ser bautizada e ingresar en la Iglesia Católica.
Más tarde, quedó embarazada y los médicos le sugirieron que abortara el bebé debido a sus problemas renales. Hildergarda consideró esa sugerencia como un asesinato y arriesgó su vida por dar a luz al bebe, quien nació en perfecto estado.
En 1919 Hildegarda decidió fundar la Sociedad Caritas Socialis, constituida por mujeres dedicadas a la asistencia de personas convalecientes, enfermos y dementes. Además, también fundó hogares para madres solteras, jóvenes y mujeres sin hogar, y diversas agencias de distribución de comida caliente para los pobres.
Además, fue la primera mujer en ser miembro del Consejo Municipal de la ciudad de Viena en 1918 por el Partido Socialcristiano y en 1919 diputada por el mismo partido en el Consejo Nacional de Austria.
Hildegarda murió en el año 1933, a los 50 años de edad. Su lema era: "Entregada completamente a Dios y completamente a la Humanidad".
En 1963 el entonces Obispo Castrense de Austria, Mons. Franz König inició su causa de beatificación, en 2007 se la declaró venerable y en 2011 se le reconoció un milagro.