2 de septiembre de 2016

Sep 2, 2016

"Me atacan efectivamente. O mejor, atacan la verdad de la naturaleza humana (…) El ataque al concepto de naturaleza está cuidadosamente concertado; es un ataque contra Dios", alertó el Arzobispo de La Plata en Argentina, Mons. Héctor Aguer, a raíz de las críticas que recibió tras su columna titulada "La fornicación".

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En el artículo publicado el 23 de agosto en el diario argentino El Día, el Prelado explicó que "el vicio de la fornicación se ha convertido en algo trivial, común, insustancial" y ante ello, la templanza es la solución para enfrentar la "cultura" que deshumaniza a las personas.

Las palabras de Mons. Aguer causaron tal revuelo que incluso el Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo (INADI) analizó tomar medidas contra el Arzobispo de La Plata por supuesta discriminación.

En una segunda carta llamada "Obligación de pastor", Mons. Aguer se refirió a "la bulla" que causó su artículo y el poco entendimiento de parte de los periodistas.

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"No me siento atacado; me atacan efectivamente", dijo Mons. Aguer en diálogo con ACI Prensa y precisó que ese ataque en realidad es contra "la verdad de la naturaleza humana. La corriente de pensamiento constructivista que se ha extendido notablemente, no acepta que exista una naturaleza de la persona, que es varón o mujer".

"El ataque al concepto de naturaleza está cuidadosamente concertado; es un ataque contra Dios. Decía Sartre: 'si Dios no existe, todo está permitido'".

A continuación el Prelado citó a Santa Faustina Kowalska quien dijo que "el diablo odia a Dios porque Dios es bueno. Del Dios bueno procede el orden de la creación y la ley natural. En estos lances culturales está en juego la auténtica humanidad del ser humano, la belleza y bondad de la virilidad y de la femineidad".

Respecto a la reacción de los medios de comunicación, Mons. Aguer aclaró "no me extraña en absoluto. Me pareció que los periodistas que me interrogaron no habían leído completamente mi artículo, ni meditado en él. La impresión que me transmitieron con sus preguntas incisivas es que pretendían que yo les diera la razón. Era lógico que los lobbies LGBTI reaccionaran como lo hicieron; no fue la primera vez".

El Arzobispo de La Plata explicó a ACI Prensa que el artículo "La fornicación" lo escribió luego de saber que el Ministerio de Salud de Brasil repartió 9 millones de preservativos para ser usados durante los Juegos olímpicos, de los cuales 450 mil de ellos se destinaron a la villa de los atletas. Este último lote fue usado ya que se encontraron los baños del lugar taponados de condones.

"Mi nota exponía la doctrina católica sin recurrir a ella. He usado argumentos de razón, gramaticales y filosóficos. El viejo Aristóteles, al ver lo que ocurre actualmente exclamaría: '¡Vieron, yo tenía razón!'. Y los enciclopedistas anticatólicos del siglo XVIII quedarían horrorizados ante ciertas leyes y decisiones judiciales de nuestros días", manifestó el Arzobispo.

Mons. Aguer reiteró que la 'templanza' expuesta por Aristóteles en su obra Ética a Nicómaco es "la salida" ante la fornicación.

"La riqueza de la educación sexual ha de integrarse en el conjunto de la personalidad, y con su doble significado, unitivo y procreativo, encuentra su lugar propio en el matrimonio".

El Prelado también precisó que "tenemos que ayudar a los jóvenes a formarse en este bello ideal de humanidad, superando la campaña asfixiante de los medios de comunicación, la presión de los lobbies, la fuerza de las modas que se imponen y la complicidad del Estado con sus tres poderes".

"No es fácil, pero hay que intentarlo. Yo, al menos, debo intentarlo, como hicieron los Apóstoles con los paganos de su tiempo. No merezco ser sucesor de los Apóstoles, pero lo soy y trato de cumplir con mi oficio", concluyó Mons. Aguer.

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