La presidente de una ONG que vela por los derechos humanos de migrantes y refugiados nicaragüenses relató cómo se encuentran las personas deportadas –incluidos miembros del clero– que arribaron la semana pasada a los Estados Unidos.
En una entrevista concedida a EWTN Noticias, Ana Wells, presidente de Nicaraguan American Human Rights Alliance (NAHRA, por sus siglas en inglés), comentó que a la fecha los últimos 109 migrantes liberados fueron reasentados en Estados Unidos, siendo recibidos por familias.
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La prensa internacional informó que el jueves 9 de febrero, unos 222 presos políticos habían sido expatriados por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La mayoría de nicaragüenses de este grupo, señaló Wells, fueron acogidos en comunidades en los estados Georgia, Colorado, Indiana, Florida, Texas y California.
"Me dio mucha satisfacción la respuesta que dio la comunidad nicaragüense, que hasta hace poco estaba bastante dormida. Por tratarse de presos políticos, la respuesta fue increíble", aseguró.
¿Cómo se encuentran los deportados?
Wells comentó que el "semblante de los deportados es de confusión, por no saber que iban a llegar exactamente a Estados Unidos".
Respecto a la salud de los migrantes, anunció que algunos fueron atendidos en centros médicos y se les dio medicamentos para tratar sus afecciones.
"El Departamento de Estado determinará los hospitales o clínicas donde podrán ser recibidos y se les ofrecerá ayuda psicológica", detalló la líder de NAHRA.
Por otro lado, Wells lamentó que muchas de estas personas "vienen quebradas emocionalmente y otras físicamente".
"Muchos de los presos políticos no quieren contar lo que les hicieron, pero otros sí. Escuchar sobre algunas de las torturas y horrores que sufrieron, impacta emocionalmente", resaltó.
El estado general de quienes perdieron su hogar, explicó, es que "extrañan a sus familias" y sienten constante temor por la "represión contra ellos en Nicaragua".
El trabajo de NAHRA y su llamado de ayuda
Wells destacó el trabajo de NAHRA y de otras organizaciones de derechos humanos que ayudan a los solicitantes de asilo a completar sus documentos, preparar traducciones, interpretar, visitar a los solicitantes de asilo detenidos, etc.
"Varias organizaciones dan seguimiento y se comunican directamente con las personas en necesidad. También nuestros voluntarios las visitan", indicó.
Wells también recordó que todavía hay 38 presos políticos en Nicaragua y que, "por razones que desconocemos, no les han permitido salir".
"Hay un odio incomprensible contra algunos", subrayó.
Finalmente, la defensora de los derechos humanos se refirió a la necesidad de que la comunidad internacional continúe con las "presiones contra la dictadura en Nicaragua, a través de sanciones económicas o recorte de envío de remesas".
"Mientras que la economía no sea afectada, no habrá ningún cambio. Hay que presionar para conseguir una semi-democracia, aunque sea, por el momento", expresó.