El reciente asesinato el martes 6 de septiembre de la religiosa italiana Sor María de Coppi sería una señal del creciente terrorismo islámico en Mozambique.
La misionera vivió durante 59 años en Mozambique y se dedicó a servir a niños y jóvenes de un internado de su congregación en Chipene, Diócesis de Nacala.
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La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) indicó que el ataque armado de los terroristas musulmanes, conocidos como yihadistas, inició a las 9:00 p.m. y duró hasta las 2:00 a.m., cuando había dos sacerdotes italianos y al menos tres religiosas en Chipene, dos italianas y una española.
Además, señaló que 12 de las 45 chicas estaban escondidas en el internado, pues los 35 jóvenes internos y el resto de internas ya habían sido evacuadas por el aumento de la violencia en la zona. La mayoría ya habían regresado con sus familias, precisó.
Durante el ataque, los terroristas incendiaron y destruyeron la iglesia de la misión, la escuela, el centro de salud, la biblioteca, las casas de los sacerdotes y religiosas, internados y vehículos.
El Obispo de Nacala, Mons. Alberto Vera, dijo a ACN que los yihadistas "destruyeron todo", y además "robaron el sagrario y vandalizaron parte de la sacristía, buscando cualquier cosa, probablemente dinero".
ACN indicó que, según los últimos testimonios de los misioneros locales, "los terroristas llegaron a la casa de las hermanas y las obligaron a irse".
Señaló que una de las religiosas logró huir junto a un grupo de internas, pero Sor María decidió regresar porque pensó que las jóvenes internas "debían estar detrás de la casa. La mataron entonces".
Mons. Vera precisó que tuvieron dificultades para comunicarse a tiempo, porque hubo un corte en la línea telefónica que duró varias horas.
"Este es un gran golpe porque había religiosos extranjeros… buscan algo de publicidad internacional. Pero, no creo que sea contra la Iglesia. Fue un acto de terror", sostuvo.
ACN indicó que la violencia en Mozambique ha aumentado desde la insurgencia islamista de 2017, "que ha causado cerca de 4 mil muertos y cientos de miles de desplazados". Sor María es la primera religiosa asesinada por terroristas desde su estallido, precisó.
Si bien los ataques se habían centrado en el norte del país, en especial en Cabo Delgado, los nuevos atentados, incluido este, confirman que los terroristas se han extendido al sur.
Pocas horas después del ataque a los combonianos, los terroristas atacaron algunos lugares de Nampula, situada al sur, donde asesinaron a varias personas y quemaron sus casas.
Un misionero de Pemba (Mozambique) dijo a ACN que desde julio "la situación es más sensible que el año pasado, porque ahora los cristianos empezamos a ser un objetivo y la guerra ya es más religiosa".
El jefe de proyectos de ACN para Mozambique, Ulrich Kny, que visitó la Diócesis de Pemba y la Diócesis de Nacala a fines de 2021, confirmó que la violencia se ha agravado en el país.
Señaló que la Diócesis de Pemba y la provincia de Nampula aún eran algo seguras y acogían miles de desplazados internos del norte del país el año pasado.
Pero ahora, indicó, "la propagación del terror" en Nampula y el asesinato de Sor María "incrementan nuestra preocupación de que el terrorismo se extienda por todo el norte del país".
"Además, vemos que el aspecto religioso se está volviendo cada vez más importante para los terroristas", subrayó.
Kny destacó que Mozambique tiene una gran riqueza de recursos, y que, sumada a "la coexistencia hasta ahora pacífica de musulmanes y cristianos", debería ofrecer "un gran potencial de desarrollo".
Lamentablemente, dijo, "el abandono y el empobrecimiento de grandes sectores de la población constituye un caldo de cultivo peligroso para la radicalización de los jóvenes".
"Que el sacrificio de sangre de Sor María De Coppi, que dio su vida para salvar a las niñas del internado de los terroristas, ayude a encontrar soluciones para un desarrollo regional que beneficie a todos los habitantes y ofrezca nuevas perspectivas a los jóvenes, para que la paz pueda regresar a la región", concluyó.