Mons. Gustavo Garcia-Siller, Arzobispo de San Antonio en Texas (Estados Unidos), denunció la "idolatría" de las armas en el país, a casi una semana de la masacre que acabó con la vida de 19 niños y dos maestras de la escuela primaria Robb Elementary School en la localidad de Uvalde.
Entrevistado por ACI Prensa este lunes 30 de mayo, Mons. Garcia-Siller expresó su confianza en que puedan surgir reformas legislativas a raíz del sufrimiento que se ha vivido en los últimos días, entre ellas a las normativas para comprar armas.
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Las leyes del Estado de Texas permiten que una persona desde los 18 años adquiera de forma legal armas como el fusil AR-15 que usó Salvador Ramos el 24 de mayo para matar a los niños y maestras de la Robb Elementary School, en Uvalde, a unos 130 kilómetros al oeste de San Antonio.
Tras el tiroteo, muchas voces han exigido que el mínimo de edad sea elevado a 21 años.
El Arzobispo de San Antonio dijo que las armas "son como una idolatría, particularmente en Texas".
"Es más fácil conseguir un arma que una medicina, porque para la medicina necesitas la prescripción", dijo, mientras que "con las armas, con que tengas el dinero y tengas más de 18 años" es suficiente.
Sin embargo, precisó, hay "otros elementos" que también se deben reformar, pues la sociedad estadounidense "se está fragmentando" y se está imponiendo "una cultura de muerte".
El prelado lamentó que en la sociedad estadounidense se ha "descartado a los seres humanos", pues "la persona no está al centro".
En lugar del ser humano, lamentó, para la sociedad y las autoridades estadounidenses, lo principal "es la economía, es el consumo, el poder, la fama".
"Si la persona no se pone al centro, por parte de la sociedad y de los líderes no va a haber mucho avance. Esperemos que todas estas cosas lleven a reformas", dijo.
Ante la tragedia, tener una "actitud de escucha"
Mons. Gustavo Garcia-Siller destacó que para acompañar a las familias de las víctimas y a todos los afectados por la tragedia, se debe "entablar una actitud de escucha, porque ordinariamente queremos que las personas vayan como a nuestro ritmo, por nuestro deseo de ayudar y hacer algo por ellas".
El Prelado, que ha acompañado a las familias desde que ocurrió la tragedia, dijo que aún muchos "después de varios días" siguen "en shock", sin poder comprender qué es lo que ha sucedido.
"Otros ya han empezado en los últimos dos días a lo que se llama el duelo", dijo.
Mientras que "algunos tienen familias muy grandes, la mayoría hispanos", que les brindan compañía, otros no tienen ese respaldo, lamentó.
Para el Arzobispo de San Antonio, este proceso de sanación "va a llevar semanas, meses, años", y es importante saber "cómo caminar con la gente".
"Lo más fuerte se viene", dijo, e insistió en que "algo que ayuda mucho es la escucha, escucharlos".
"Yo aprendí muchísimo en estos días, conviviendo con las familias, con los niños que sobrevivieron, con el pueblo de la ciudad de Uvalde", aseguró.
Lo importante, continuó, "es atender a cada persona", y hacerlo "con mucha paz, con mucha esperanza".
Mons. Garcia-Siller recordó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asistió junto a su esposa a la Misa que presidió el domingo 29 de mayo en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Uvalde.
El Prelado resaltó la "actitud orante" y "fraternal" de Biden, así como su disposición de acompañar durante varias horas a las familias de las víctimas.
"Mucha paciencia y perseverancia"
Para el Arzobispo de San Antonio, precisamente este trabajo de acompañamiento "va a pedirnos mucha paciencia y perseverancia".
"En situaciones así no es de esperar que las personas entiendan. Más bien nosotros (debemos) comprender lo incomprensible que es para ellos".
El Prelado alentó a ver "espiritualmente el camino de Jesús, sus palabras y sus enseñanzas, sus ejemplos, y el llamado de que estamos creados por Dios y el único que puede satisfacernos es Dios".
Al entender esto, dijo, comprenderemos que al "caminar" junto a las familias y a la comunidad afectadas por la tragedia, debemos "si hablamos, hablar como Jesús. Si los amamos, amarlos como los amó Jesús".
"Entonces, poco a poco empieza a haber como un ambiente en los diálogos, con los encuentros, que van dando luz, un poco de esperanza, un poco de cariño".
Además, destacó que es importante que los cristianos sigamos compartiendo "los valores que tenemos en nuestra fe católica, como cristianos que seguimos a Jesús: ser fuertes, consistentes en nuestra ética en el día con día".
"En el fondo", subrayó, los cristianos sabemos que nuestra "confianza no está en el sistema", pues "la tenemos en Dios".
"Sabemos en quién hemos puesto nuestra esperanza", expresó.
El Arzobispo de San Antonio precisó también que tragedias como la de Uvalde "duelen muchísimo" y deben llevarnos "a trabajar más para que exista la paz, la justicia, la concordia, el respeto".