Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles en Estados Unidos, encabezó una peregrinación a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en Ciudad de México, y encomendó a los migrantes a su protección.
Con cerca de cinco millones de fieles, la Arquidiócesis de Los Ángeles es la más grande de Estados Unidos. En esa ciudad, capital del Estado de California, se estima que alrededor del 50% de habitantes son latinos.
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Mons. Gómez llegó a la Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México, el 8 de julio, a la cabeza de más de un centenar de fieles de la Arquidiócesis de Los Ángeles.
Al presidir la Misa en el templo mexicano, al pie del cerro del Tepeyac donde Santa María se le apareció a San Juan Diego, el Prelado estadounidense alentó a recordar siempre "las bellas palabras de María Santísima de Guadalupe, que siempre estén con nosotros: '¿No soy yo tu madre?, ¿no estás bajo mi sombra y mirada?, ¿no soy la fuente de tu alegría?, ¿no estás protegido bajo mi manto en el cruce de mis brazos?".
"María de Guadalupe es nuestra Madre Santísima y siempre está con nosotros", aseguró.
El Arzobispo de Los Ángeles destacó que "tenemos que entender la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe al comienzo de la evangelización aquí en el continente americano como un signo de la realización del plan de Dios para la creación y para la persona humana".
Mons. Gómez vinculó la aparición de la Virgen de Guadalupe y el pasaje evangélico de la visita de Santa María a su prima Isabel.
"María fue visitar a Santa Isabel e iba de camino, nosotros también vamos de camino", dijo, y precisó que "también estamos en una peregrinación, y la meta de la peregrinación es acabar nuestra vida para estar con Dios para siempre".
"La aparición de nuestra Madre de Guadalupe nos recuerda cómo ella le pidió a San Juan Diego que fuera su mensajero del amor y la presencia de Dios Nuestro Señor, de Jesús, en nuestras vidas y en nuestras naciones".
El Arzobispo subrayó que "para Dios somos muy especiales, ha decidido que somos sus amados hijos e hijas".
"Somos hijos e hijas queridísimos de Dios, nuestro Señor. Si lo pensáramos más seguido, si nos diéramos cuenta todos los días cuando nos levantamos que Dios nos quiere tanto que ha pensado en nosotros desde la eternidad, entonces sí tendríamos un gran deseo de ser cada uno de nosotros muy buenos hijos e hijas de Dios y de compartir con los demás la belleza de esa especial vocación que cada uno tenemos y que todos los seres humanos podemos compartir", aseguró.
El Prelado pidió luego por "las necesidades de cada uno de nosotros personalmente" y "especialmente las necesidades de todos los inmigrantes en los Estados Unidos".
"Que encontremos la forma de abrir nuestros corazones en nuestro país a todos los inmigrantes y refugiados que vienen buscando por una vida mejor", expresó.
Entrevistada por el semanario católico Desde la Fe, de la Arquidiócesis de México, Carolina Guevara, Directora de Comunicación de la Arquidiócesis de Los Ángeles, destacó la especial cercanía entre ambos arzobispados.
En la Arquidiócesis de Los Ángeles se conserva una reliquia de la tilma de San Juan Diego, obsequiada en 1941 como recuerdo por la ayuda prestada por la Iglesia en Estados Unidos durante la persecución que sufrieron los cristianos en México a inicios del siglo XX.
"Muchos cristianos se refugiaron en esta Iglesia del sur de California", recordó Guevara, y señaló que "ahora venimos como Arquidiócesis a pedir a la Virgen por los migrantes, y a entregarle más de 300 peticiones escritas, donde se le pide su intercesión por los muchos migrantes que están sufriendo por el impacto de la reforma migratoria".
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- ACI Prensa (@aciprensa) 19 de junio de 2017