El último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA UCA) reveló los índices de indigencia y pobreza más altos de la última década.
El informe presentado el 5 de diciembre se titula "Deudas Sociales y Desigualdades Estructurales en la Argentina 2010-2019. Aportes para una Agenda Sustentable de Desarrollo Humano Integral".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En este se registran algunos "efectos regresivos acumulativos" que generan en Argentina "las trampas de un modelo de crecimiento inestable, desequilibrado y desigual, debido a la ausencia de políticas sustentables de desarrollo económico, social y ambiental".
"Tanto la desigualdad persistente como la pobreza estructural son resultado de un modelo económico-productivo desequilibrado con efectos de exclusión, marginalidad y desigualdad a nivel socio-cultural, socio-demográficos y socio-ocupacionales", reflexiona la entidad.
El informe mide las tasas de pobreza y de indigencia por ingresos e incorpora una medición multidimensional que contempla el acceso a derechos como la alimentación, la salud y la educación, a servicios básicos, a un ambiente saludable y al empleo y la seguridad social, así como el bienestar subjetivo.
El ODSA determinó que si bien hubo "mejoras durante la década" la "desigualdad estructural ha aumentado, expresándose en la inseguridad alimentaria, mala calidad del hábitat y déficit en el acceso a agua, energía, servicios de saneamiento y a una vivienda digna".
Al respecto, el informe estima "que 6,5% de los hogares y 8,9% de las personas son indigentes. Se trata de los valores más altos de la década".
Durante el tercer trimestre de 2019 un 32,1% de los hogares y un 40,8% de las personas se encuentran bajo la línea de la pobreza, precisó el ODSA.
Estos resultados dan cuenta de la brusca reversión de las condiciones económicas recuperadas por los hogares durante el 2017.
"Las reiteradas devaluaciones, el aumento de la inflación, el estancamiento, el aumento del desempleo y las medidas de ajustes acordadas con el FMI explican el deterioro", sostuvo el OCSA.
A lo anterior se suma que los "ingresos laborales y no laborales de los hogares de sectores medios bajos quedaron por debajo" de los aumentos de precios de bienes y servicios de consumo básico".
Uno de los factores desencadenantes se debe a un "mayor deterioro laboral por pérdida o deterioro de los empleos, así como la imposibilidad de compensar ese deterioro con trabajos alternativos. Esto explica tanto el aumento de la tasa de indigencia como el aumento en la brecha de pobreza".
"Todo ello tuvo efectos regresivos en términos de desigualdad económica", aseguró el ODSA.
Revise el informe AQUI.