Tras ser condenado por el asesinato de tres bebés nacidos vivos, el abortista Kermit Gosnell fue sentenciado el 14 de mayo a dos cadenas perpetuas sin derecho a libertad condicional por dos de las tres acusaciones que enfrentó.
Kermit Gosnell's face when he found out that he could have been selling those spinal cords like #PlannedParenthood pic.twitter.com/khsymCUuHz
- MrsLibertas (@Bloviate_Barbie) julio 14, 2015
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Al no apelar a su sentencia, Gosnell pudo evitar la pena de muerte por tres condenas de asesinato en primer grado.
Gosnell rechazó su derecho a apelación "a cambio de pasar la vida en prisión… en vez de la pena de muerte", indicó hoy la oficina del fiscal distrital de Filadelfia, Seth Williams.
Por ello, fue "inmediatamente sentenciado".
Hoy, 15 de mayo, Gosnell será sentenciado por la muerte del tercer niño y del homicidio involuntario de una paciente en sus instalaciones, una madre que murió de una sobredosis de medicamentos, así como de muchos cargos menores.
Nueve exempleados de Gosnell han enfrentado acusaciones estatales y federales por sus actos en la clínica del médico abortista. Ocho se han declarado culpables de varias acusaciones en el caso, tres de ellos por asesinato en tercer grado.
El exempleado Stephen Massof dijo en la corte, a inicios de abril, que vio cerca de 100 bebés nacidos vivos, que luego fueron "cortados con tijeras" en la nuca por trabajadores de la clínica para asegurar su muerte.
Massof está en prisión tras haberse declarado culpable de asesinato en tercer grado, por las muertes de dos recién nacidos.
En un informe elaborado en enero de 2011, el fiscal distrital encontró que el Departamento de Salud de Pensilvania tuvo contacto con la clínica de Gosnell en 1979, el año en que la aprobó. Luego de eso, el departamento no realizó ninguna supervisión al sitio hasta 1989, en la que encontró "numerosas violaciones".
Dos nuevas supervisiones al lugar, en 1992 y 1993, encontraron más violaciones, pero no hicieron correcciones.
"Con el cambio de administración del Gobernador Casey al Gobernador Ridge", señaló el informe, "las autoridades concluyeron que las inspecciones 'pondrían una barrera para las mujeres' que buscan abortos. Era mejor dejar a las clínicas hacer lo que quisieran, incluso a pesar, como probó Gosnell, que eso significó que tanto mujeres como bebés pagarían".
El nombre de Gosnell se convirtió en un grito de guerra para los defensores de la vida, que criticaron la escasa cobertura de este juicio por parte de los medios de comunicación. Sus esfuerzos en las redes sociales ayudaron a atraer la atención al caso.