Una buena noticia llega desde la gélida Siberia, en Rusia: un obispo consagró una iglesia católica dedicada a San José, que desde ahora cuenta también con un cáliz donado por San Juan Pablo II.
Según informa la agencia vaticana Fides, la consagración se realizó el 18 de junio y estuvo a cargo de Mons. Joseph Werth, Obispo de la diócesis de la Transfiguración de Novosibirsk, en presencia de unos 50 fieles y representantes de la administración municipal del pueblo de Berdsk.
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Berdsk, donde se construyó la nueva iglesia de San José, tiene una pequeña comunidad católica y una población de unos 95 mil habitantes. Está situado a 40 kilómetros de Novosibirsk en Siberia.
Fides precisa que el cáliz que se entregó fue donado por el Papa San Juan Pablo II para que la Fraternidad San Carlos Borromeo lo use en una iglesia católica en Siberia.
El templo acoge también ahora reliquias de Santa Tecla, San Ambrosio y San Carlos.
Durante la Misa, concelebrada por varios sacerdotes de la fraternidad como el párroco P. Alfredo Fecondo; y el Superior general llegado desde Roma, P. Paolo Sottopietra, un joven recibió el sacramento de la Confirmación.
Otros sacerdotes que asistieron a la consagración fueron el P. Paolo Paganini, que ahora vive en Roma pero que ha seguido las obras y ejerció su ministerio durante un tiempo en Berdsk; y el P. Giampiero Caruso, capellán de la comunidad de Moscú en Italia que asistió como representante de los donantes italianos y alemanes que colaboraron.
Mons. Werth destacó en su homilía que la nueva iglesia de San José es un "sueño" hecho realidad, donde también se puede dar gracias a quienes dieron su vida en tiempos de persecución para que los católicos mantuvieran la fe.
"Quiero recordar a nuestros sacerdotes muertos en los lager: mártires de la Iglesia que hoy nos ayudan desde el cielo, que en tiempos difíciles sirvieron a los fieles de Siberia Occidental y de todo nuestro vasto país", resaltó el prelado.
Durante el periodo soviético y en los años posteriores a la caída del Muro de Berlín, los católicos de Berdsk y alrededores se reunían en casas particulares o edificios en ruinas para las misas y demás celebraciones.
Cuando en 2013 se incendió el edificio que entonces se utilizaba como lugar de culto parroquial, comenzaron las obras de la nueva iglesia de San José.