El Papa Francisco lamentó que en este tiempo moderno hayamos "perdido el sentido de la adoración" y por ello aseguró que "necesitamos recuperar el sentido del culto en silencio, de la adoración".
Así lo afirmó durante el encuentro que mantuvo este lunes 19 de junio con los miembros del Comité organizador del próximo Congreso Eucarístico Nacional en Estados Unidos.
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Al comienzo de su discurso, el Pontífice recordó que esta mañana, mientras celebraba la Eucaristía, había pensado que el Cuerpo de Cristo es "lo que nos da la vida".
"La Eucaristía es la respuesta de Dios al hambre más profunda del corazón humano, al hambre de vida verdadera: en ella Cristo mismo está realmente en medio de nosotros para alimentarnos, consolarnos y sostenernos en nuestro camino", destacó.
El Santo Padre lamentó que hoy en día "a veces entre nuestros fieles algunos creen que la Eucaristía es más un símbolo que la presencia real y amorosa del Señor". Sin embargo, precisó, "es más que un símbolo, es la presencia real y amorosa del Señor".
Por ello, el Papa Francisco espera que el Congreso Eucarístico "inspire a los católicos de todo el país a recuperar el sentido de la maravilla y del asombro ante este gran don que el Señor nos ha dado, y a pasar tiempo con Él en la celebración de la Santa Misa, así como en la oración personal y en la adoración del Santísimo Sacramento".
"Creo que en este tiempo moderno hemos perdido el sentido de la adoración. Necesitamos recuperar el sentido del culto en silencio, de la adoración. Es una oración que hemos perdido, poca gente sabe lo que es, y vosotros, obispos, debéis catequizar a los fieles sobre la oración de adoración; la Eucaristía nos lo pide", subrayó.
En esta línea, destacó "la necesidad de promover las vocaciones al sacerdocio, porque, como decía San Juan Pablo II: 'No hay Eucaristía sin sacerdocio. Se necesitan sacerdotes para celebrar la Sagrada Eucaristía", aclaró el Papa Francisco.
Para el Santo Padre, el Congreso Eucarístico puede ser "una oportunidad para que los fieles se comprometan con celo cada vez mayor a ser discípulos misioneros del Señor Jesús en el mundo".
"En la Eucaristía nos encontramos con Aquel que se entregó enteramente a nosotros, que se sacrificó para darnos la vida, que nos amó hasta el extremo. Nos convertimos en testigos creíbles de la alegría y de la belleza transformadora del Evangelio sólo reconociendo que el amor celebrado en el sacramento no puede guardarse para nosotros mismos, sino que exige ser compartido con todos".
A continuación, explicó que "la Eucaristía nos impulsa a un amor fuertemente comprometido con el prójimo, porque no podemos entender y vivir verdaderamente su significado si mantenemos cerrado el corazón a nuestros hermanos, especialmente a los pobres, a los que sufren, a los que están agotados o perdidos en la vida".
En ese sentido, pidió visitar "a los ancianos, que son la sabiduría de un pueblo, y a los enfermos, que son la figura de Jesús sufriente".
Más tarde, remarcó que el Congreso Eucarístico supone "un momento significativo en la vida de la Iglesia en Estados Unidos".
"Que todo lo que hagáis sea ocasión de gracia para cada uno de vosotros y dé fruto para acompañar a los hombres y mujeres de vuestro país hacia el Señor: Él, con su presencia entre nosotros, reaviva la esperanza y renueva la vida".
Por último, encomendó a los presentes "a la materna intercesión de María Inmaculada, Patrona de Estados Unidos" y les aseguró sus oraciones.
Buscando reavivar la devoción a la Eucaristía, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) lanzó una iniciativa de reavivamiento de tres años, que culminará con un Congreso Eucarístico Nacional en Indianápolis del 17 al 21 de julio de 2024.
Desde 2021, se han desarrollado nuevos materiales de enseñanza, capacitación para líderes diocesanos y parroquiales, el lanzamiento de un sitio web y el despliegue de un equipo especial de 50 sacerdotes que viajarán por el país para predicar sobre la Eucaristía.