Este 8 de junio se conmemora al beato salesiano Esteban Sándor, quien murió mártir por salvar de morir a 6 jóvenes, en medio de una fuerte persecución religiosa.
Sus restos fueron puestos en una desconocida fosa común, y el año pasado retornaron victoriosos a su "casa" con ayuda de la ciencia.
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Esteban nació en Hungría en 1914. Se entusiasmó por Don Bosco leyendo el "Boletín Salesiano".
Ingresó a la Congregación para formarse como salesiano coadjutor, es decir, laico con votos religiosos, pero interrumpió su noviciado por el servicio militar obligatorio. Al retornar a la comunidad hizo sus primeros votos.
En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, fue nuevamente llamado al ejército y convirtió las trincheras en un ámbito salesiano de alegría, motivando a sus compañeros.
Tras la guerra, se involucró más con los necesitados para enseñarles un oficio de trabajo. Se graduó como maestro de imprenta y sus alumnos eran los más destacados.
Al terminar la guerra, Hungría se convirtió en aliada del régimen soviético e instauró el comunismo marxista. La Iglesia fue perseguida y los colegios católicos fueron cerrados. Esteban tuvo que escapar, buscar refugio y trabajar con otro nombre en imprentas públicas.
Pero, finalmente, en 1952 fue arrestado.
De acuerdo al décimo sucesor de Don Bosco, P. Ángel Fernández, el beato fue apresado con 6 jóvenes por considerarlos traidores al régimen. Tras un interrogatorio con torturas, Esteban habló con sus compañeros y les pidió que lo culpen de todo lo necesario para salvarse.
"Los jóvenes se resisten, pero él les dice que por la amistad que les une y por la fe en Jesús, han de hacerlo así para salvar sus vidas", describió el superior salesiano.
De esta manera, el beato fue condenado a muerte y los demás a sólo 8 años de cárcel.
Esteban Sándor murió ahorcado el 8 de junio de 1953 en Budapest y su cuerpo fue enterrado en una fosa común. Su hermano lo buscó por muchos años, pero murió sin llegar a dar con él.
Tras más de 60 años se logró dar con sus restos gracias a un ex alumno salesiano y a expertos profesionales de historia y biología.
El ADN extraído de una carta del beato sirvió para identificar varios de sus huesos.
Todas las reliquias fueron depositadas en una urna y el 4 de junio del 2022 fueron llevadas a la iglesia de la casa salesiana llamada Clarisseum, donde el beato había vivido muchos años.
Según el P. Fernández, 70 años después de ser expulsados, esta obra les fue devuelta a los salesianos.
El Papa Francisco aprobó el martirio de Esteban Sándor en 2013 y fue beatificado el 19 de octubre de ese mismo año, durante una multitudinaria Misa frente a la basílica dedicada al primer mártir cristiano, San Esteban, en Budapest.