El Arzobispo de Salta (Argentina), Mons. Mario Antonio Cargnello, y los sacerdotes de la Arquidiócesis compartieron una reflexión sobre la situación social que se vive en la provincia, marcada desde hace semanas por los reclamos salariales, y convocaron a una jornada de ayuno y oración por la paz social.
Mediante un comunicado, expresaron su dolor y cercanía ante "el sufrimiento de los trabajadores que llegan a fin de mes y no logran ver recompensados sus esfuerzos con el reconocimiento económico y social digno de su labor".
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"Nos duele ver a nuestros abuelos que siguen esperando ser reconocidos por todo lo que dieron a lo largo de sus vidas", agregaron, y mencionaron también a niños, jóvenes y familias "vulnerados en sus derechos a una educación digna y humanizadora".
No menos preocupación manifestaron por "la violencia que se alimenta en el egoísmo y en la incapacidad para dialogar como hermanos de una misma tierra".
Sus palabras hacen referencia al clima de convulsión social generado por manifestaciones de docentes autoconvocados, que comenzaron hace semanas en contra del acuerdo salarial entre el gremio que los nuclea y el Gobierno.
En la quinta semana de paro hay grandes movilizaciones, con cortes de calles en la ciudad de Salta y bloqueos al tránsito.
En una de las jornadas de manifestación hubo represión policial y enfrentamientos con un saldo de 19 detenidos.
Al mismo tiempo, el prelado y los sacerdotes se mostraron "perplejos ante una situación que revela un preocupante grado de anomia y anarquía" contraria al "progreso legítimo y sostenible".
Para un futuro mejor, llamaron a "la verdad dicha y vivida, la austeridad real de parte de todos, especialmente de los que más tienen, el sacrificio generoso, a ejemplo de nuestros próceres y santos".
En esa línea, pidieron "la sabiduría del diálogo y la alegría que no defrauda".
"Rogamos al Señor del Milagro y su Bienaventurada Madre que nos iluminen a todos los salteños para asumir nuestras responsabilidades como ciudadanos y lograr la tan anhelada amistad social", concluyeron.
Por eso, invitaron a una jornada de ayuno y oración el viernes 9 de junio, con el propósito de rezar especialmente por la paz social en la provincia y en todo el país.
Asimismo, el próximo domingo, Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, pedirán a Jesús Eucaristía "que irradie el don de la unidad y de la paz sobre todos nosotros".
El comunicado se suma a lo pronunciado por el Arzobispo en la homilía del último domingo, durante la fiesta del Señor de Sumalao. "La pobreza de nuestra patria no es fruto principalmente de la sequía, es fruto de la corrupción y de la mentira, del robo de la injusticia", aseguró.
En otro pasaje de su prédica, llamó a dejar de lado "ideologías falsas y deshumanizadoras", e instó a "sentirnos hermanos, no enemigos" y a "optar por hacer el bien".