Al referirse a los cambios que se están operando en la sociedad española en los últimos tiempos, el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco, recordó la importancia de la libertad religiosa en el sistema democrático y señaló que reducir este derecho a lo privado es pretender negarlo.
“Querer reducir este derecho a la esfera privada es pretender negar la libertad religiosa”, señaló el Purpurado, indicando asimismo que es “un derecho central y un eje para la configuración de cualquier sociedad democrática".
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“Se trata de un derecho que negado, limitado o no desarrollado arrastra consigo el humus donde pueden ser ignorados o no desarrollados o no respetados los demás derechos fundamentales del hombre". Por ello, afirmó el Arzobispo, no se puede calificar a este derecho como individual".
En sus declaraciones transmitidas por la cadena radial COPE, el Cardenal recordó que "las democracias europeas nacidas después de la Segunda Guerra Mundial" han sido "un buen marco para la realización de la misión de la Iglesia", sin olvidar que "han nacido sobre un reconocimiento previo y básico de ese orden de reconocimiento de la libertad de la persona humana y de los derechos fundamentales, de la primacía del bien común" que no se puede abandonar.
Más adelante, el presidente de la Conferencia Episcopal Española reconoció el aumento de "la indiferencia y el pasotismo, sobre todo entre los jóvenes". Afirmó que el proceso de secularización interna de la Iglesia "es más grave y amplio en casi todos los demás países europeos que en España".
"Se ha secularizado la vida de los cristianos, formas y modos de ejercer la misión y ministerio de la Iglesia”, declaró el Cardenal, añadiendo que, sin embargo, también hay “formas de revitalización y renovación internas que son apostólicamente muy prometedoras".
La Iglesia en España, apuntó, "ha conservado mucho Pueblo de Dios, de forma muy sencilla y muy auténtica. Los movimientos, asociaciones vuelven a respirar y manifestar lo que son. La piedad popular en España es un fenómeno de una increíble vitalidad y fuerza de transmisión de la fe".
Según el Cardenal, "hay un proceso vivo de secularización interna junto con un proceso de renovación espiritual y apostólica interna de primer orden en la Iglesia de España en este momento, con una incidencia enorme en la juventud. En Europa no hay un fenómeno que pueda compararse en estos momentos con la realidad de la juventud en España, sobre todo, y también en otros países de Europa".
El Cardenal Rouco indicó la enorme necesidad de recordar en este tiempo que el cristianismo se propagó "por el testimonio, por la vida evangélica, por una forma de vivir la vida en la que se reflejaba Cristo y su rostro” a la vez que resaltó la "floración de nuevas formas de organización, de unión, de presencia en la vida pública, en la sociedad, en la política, etc.", a las que calificó como "signo de esperanza".