La Iglesia Católica en Escocia, así como diversas organizaciones provida y los defensores de los derechos de las personas con discapacidad expresaron su consternación al enterarse de que el número de abortos en Escocia en 2022 fue la cifra más alta jamás registrada.
Las estadísticas publicadas el 1 de junio por Public Health Scotland, el organismo nacional de salud pública, revelaron un aumento de 2.659 abortos, equivalentes al 19.08%, en el lapso de un año. El número de abortos pasó de 13.937 en 2021 a 16.596 en 2022.
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Las estadísticas también revelaron que hubo un aumento del 84% de abortos de bebés con síndrome de Down, pasando de 32 en 2021 a 59 en 2022.
Estas últimas estadísticas surgen tras el compromiso del nuevo primer ministro de Escocia, Humza Yousaf, de despenalizar el aborto, lo que, según advierten los activistas, significará que se pueda realizar esta práctica a pedido.
Anthony Horan, director de la Oficina Parlamentaria Católica, una iniciativa creada por la Conferencia Episcopal de Escocia para fomentar los valores cristianos en la vida pública, señaló que el gobierno escocés debería centrarse en promover la dignidad humana.
"Cada aborto es una tragedia. Cada estadística presentada en este informe representa una vida única e irrepetible extinguida", lamentó.
"En lugar de crear formas de aumentar el número de abortos en Escocia, el gobierno debería promover y defender la dignidad humana a través de sus leyes, incluido el derecho del niño a desarrollarse en el útero de su madre desde el momento de la concepción", agregó.
Mientras tanto, los activistas por los derechos de las personas con discapacidad piden una investigación pública por el aumento de los abortos de bebés con síndrome de Down y qué relación tiene con el lanzamiento de unas nuevas pruebas conocidas como NIPT (prenatales no invasivas) por parte del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés).
Lynn Murray, portavoz de la campaña provida Don't Screen Us Out y madre de Rachel, una joven con síndrome de Down, sostuvo: "Como madre de una hija de 23 años que tiene síndrome de Down, veo todos los días el valor único que ella trae a nuestra familia y el impacto positivo que tiene en los que la rodean".
Murray resaltó que era "profundamente molesto" ver un aumento tan alto en el número de abortos de bebés con trisomái 21.
"Ya muchos bebés con síndrome de Down son descartados cada año en Escocia y ahora la situación parece estar empeorando. La implementación de nuevas pruebas prenatales no invasivas en el NHS de Escocia parece estar teniendo un impacto en la cantidad de abortos", criticó.
Murray hizo un llamado al gobierno para que revise urgentemente el impacto de las pruebas NIPT.
"Necesitan introducir urgentemente reformas médicas a nuestro programa de detección para garantizar que se revierta este aumento profundamente preocupante", continuó.
"Hacemos un llamado al gobierno escocés para que actualice urgentemente la legislación escocesa sobre el aborto para garantizar que los bebés con síndrome de Down no puedan ser abortados hasta el nacimiento, como lo permite la legislación actual", agregó.
Catherine Robinson, portavoz de Right To Life UK, calificó el número récord de abortos del año pasado como "una gran tragedia".
"Cada uno de estos abortos representa un fracaso de nuestra sociedad para proteger la vida de los bebés en el útero y un fracaso para ofrecer pleno apoyo a las mujeres con embarazos no planificados", señaló.
Robinson alertó que el primer ministro Yousaf busca despenalizar el aborto.
"Hacemos un llamado al gobierno escocés para que elimine los planes de introducir el aborto hasta el nacimiento y, en su lugar, presente restricciones sensatas, junto con un mayor apoyo para las mujeres con embarazos no planificados", exhortó Robinson.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.