El Papa Francisco recibió este sábado en el Vaticano a los peregrinos con motivo del 60 aniversario de la muerte de San Juan XXIII, celebrado este 3 de junio, y de la elección de San Pablo VI, que tendrá lugar el próximo 21 de junio.
Los habitantes de Concesio (Italia), donde nació el Papa Pablo VI, y los de Sotto il Monte (Italia), lugar de nacimiento de Juan XXIII, escucharon juntos las palabras del Santo Padre en la Basílica de San Pedro.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En su discurso, el Pontífice señaló que esta peregrinación tiene lugar "con ocasión de tres aniversarios importantes para toda la Iglesia: el 60 aniversario de la Carta encíclica Pacem in terris, del nacimiento al cielo del Papa Juan XXIII y de la elección del Papa Montini".
El Papa Francisco se refirió a ambos pontífices como "pastores que supieron guiar a la Iglesia en tiempos de gran entusiasmo y también de grandes interrogantes y desafíos".
"Vivieron como protagonistas la ola de nueva vitalidad que acompañó al Concilio Vaticano II y tuvieron que afrontar graves peligros, como el terrorismo y la guerra fría", puntualizó.
Asimismo, destacó que "supieron buscar la oveja perdida, traer de vuelta a la extraviada, vendar a la herida, fortalecer a la enferma, cuidar a la fuerte, pastorear con justicia y misericordia"."Damos gracias al Señor, en primer lugar, por habérnoslos dado", añadió.
Más tarde, el Santo Padre se dirigió a los presentes y les aseguró que "Dios no hace santos en un taller, no, los construye en grandes obras, donde el trabajo de todos, bajo la guía del Espíritu Santo, contribuye a cavar hondo, a poner unos cimientos sólidos y a edificarlos, poniendo todo el cuidado para que crezcan de manera ordenada y perfecta, con Cristo como piedra angular".
Asimismo, le invitó a atesorar "siempre vuestras raíces, no tanto para convertirlas en un blasón o en un baluarte que defender, sino más bien como una riqueza que compartir".
"La tierra se trabaja en común, se trabaja para todos y se trabaja en paz; con la guerra, el egoísmo y la división sólo se consigue devastarla, como desgraciadamente estamos viendo en tantas partes del mundo y de diferentes maneras", afirmó.
En ese sentido, les instó a amar sus raíces: "No separéis el árbol de sus raíces, no dará fruto. Intenta progresar siempre en armonía con tus raíces, en sintonía con tus raíces".
También subrayó que "la verdadera cultura se hace juntos, en el diálogo y en la investigación común, y -como nos enseñó San Pablo VI- quiere conducir 'mediante la ayuda mutua, la profundización del conocimiento, la dilatación del corazón, a una vida más fraterna en una comunidad humana verdaderamente universal'".
Para el Santo Padre, "la cultura es amante de la verdad y del bien, para el hombre, para la sociedad y para la creación".
"Que sigáis cultivándola, ante todo en vuestras casas y en vuestras parroquias, para llevar adelante la misión que nos confiaron los dos santos Papas que os vieron nacer", concluyó el Papa Francisco.