Un evento benéfico que tuvo como misión recaudar fondos para la organización católica Mano Amiga, recaudó la impresionante cifra de 600 mil dólares. Los fondos serán destinados a mejorar la educación de niños en zonas pobres de América Latina.
La cena de gala se celebró en el Hotel Plaza de Manhattan y fue organizada por el World Education and Development Fund (WEDF), asociación que está dedicada a recaudar fondos para Mano Amiga. En la ceremonia se reconoció la labor del empresario Carlos Slim Helú por sus esfuerzos a favor de la educación en América Latina.
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"Existe un dicho que dice que debemos dejar un mundo mejor para nuestros hijos, pero yo creo que debemos dejar mejores hijos para nuestro mundo", señaló Slim, quien estuvo acompañado por sus seis hijos y su familia.
Creada en 1963, por los Legionarios de Cristo, la fundación Mano Amiga cuenta con escuelas en las zonas más pobres de México, Chile, Colombia Venezuela, El Salvador y Argentina, donde se educan más de 18 mil niños y adolescentes.
La directora de WEDF, Luanne Zurlo, agradeció las donaciones que Slim ha hecho a lo largo de la historia de Mano Amiga.
Según recordó Zurlo en un reciente reportaje publicado en el National Catholic Register, la primera escuela de Mano Amiga se fundó en el barrio mexicano de Naucalpan. Los primeros alumnos debían forrar sus zapatos con bolsas plásticas para llegar a la escuela sin destruirlos, por la carencia de vías pavimentadas.
Según Zurlo, Mano Amiga contribuyó al desarrollo económico de esta comunidad, educando a su juventud. Las escuelas educan a los pobres, los ayudan hasta que se gradúan y les permiten conseguir mejores trabajos. A cambio, surgen más negocios en Naucalpan y se crean más trabajos.
Este modelo se repite con éxito en distintos países. Según Zurlo, menos de la cuarta parte de los adultos mexicanos ha terminado la escuela secundaria, pero más del 90 por ciento de los alumnos de Mano Amiga logra graduarse.
Cada escuela de Mano Amiga tiene una capilla para que los alumnos recen y reciban los sacramentos. Desde el año 2000, una escuela Mano Amiga de Monterrey ha tenido una o dos vocaciones religiosas al sacerdocio o la vida consagrada por año.