El Obispo de Trujillo, Mons. Virgilio López Irías, partió a la Casa del Padre la mañana de ayer tras un accidente de tránsito en la carretera que comunica a la diócesis con Savá, al norte del país.
El Prelado, de 67 años, falleció a las 9:20 de la mañana en el hospital Aguán de Tocoa, dos horas después de haberse accidentado.
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Sacerdotes de la iglesia San Juan Bautista de Trujillo precisaron que Mons. López se dirigía hacia La Ceiba para recibir tratamiento médico.
Tras la noticia, decenas de feligreses llegaron al hospital para acompañar y dar su último adiós al Prelado. A las 4 de la tarde de ayer se trasladó en procesión el féretro hacia la iglesia San Isidro de esta ciudad, donde se celebró una Misa.
Los restos serán trasladados a Bonito Oriental y luego a la parroquia San Juan Bautista de Trujillo, donde se llevará a cabo un velatorio de tres días. Mañana viernes se espera la presencia del Arzobispo de Tegucigalpa, Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, y de los nueve obispos del país. El entierro de Mons. López se llevará a cabo a las 10 de la mañana del sábado.
El Prelado nació en La Ceiba, Atlántida, el 29 de septiembre de 1937. Perteneció a la Congregación de los Padres Franciscanos. Estuvo ocho años como sacerdote en la catedral de Comayagua, sirvió dos años como sacerdote en La Libertad, Comayagua; y fue el guía espiritual durante tres años en Catacamas, Olancho. Fue consagrado Obispo el 9 de octubre de 1987, fecha en que se declaró diócesis a Trujillo.