El Centro Una Familia de Familias es una organización católica jesuita establecida en Quito (Ecuador), que promueve el fortalecimiento de las familias más vulnerables, así como de niños y adolescentes, para que puedan construir proyectos de vida y salir del círculo de la pobreza.
La Fundación Papal, organización con sede en los Estados Unidos, ha proporcionado fondos para varios proyectos católicos en todo el mundo, entre ellos esta obra de caridad que ha acompañado a más de 7.000 familias desde su creación, en 1974.
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En la actualidad, Una Familia de Familias brinda educación, capacitación laboral, programas de alimentación y atención médica a unas 400 familias en apuros.
En un reciente documental emitido por EWTN, Johnny Espinoza, director ejecutivo de Una Familia de Familias, dio gracias a Dios por la oportunidad de ayudar a quienes no tienen "trabajo y no tienen comida para llevar a sus casas".
"Nuestro objetivo es brindar herramientas para que las familias, sus niños, puedan empoderarse, es decir, que ellos realmente crean que sí pueden hacer algo por sus vidas y que puedan desarrollar un proyecto de vida", expresó.
"Doy gracias a Dios por permitirme ser un instrumento y ponerme al servicio de la población en situación de vulnerabilidad", agregó Espinoza.
Una Familia de Familias ha otorgado aproximadamente 300 toneladas de comida a familias y a la comunidad local desde marzo de 2020.
Sólo en el 2022, se contabilizaron más de 34.000 horas de trabajo social y cuidado pastoral en beneficio de la comunidad. Asimismo, el 75% de la comunidad ha logrado dejar para siempre el ciclo de pobreza.
Jim Towey, miembro de la Fundación Papal, aseguró a EWTN que es "genial" para sus miembros "salir al campo y ver que el dinero funciona".
La Fundación Papal examinó 141 solicitudes de organizaciones para desarrollar proyectos de desarrollo en el 2023 y le dará al Vaticano 9,5 millones de dólares estadounidenses para financiar 114 subvenciones en 57 países.
"Es estupendo ver lo que el Santo Padre está haciendo con las donaciones y cómo hace una diferencia en las vidas de las personas en necesidad. Las organizaciones que reciben están comprometidas con los pobres y hacen una gran diferencia", comentó Towey.
Olivia Young, directora de Comunidad de la organización, que se encarga de coordinar los voluntarios, se dirigió al Papa Francisco para asegurarle que está rezando por él, para que "pueda continuar compartiendo la misión de los jesuitas, de acompañamiento, y hacer que el mundo siga su ejemplo".
Young contó que, entre las capacitaciones que brinda Una Familia de Familias, se encuentra el servicio de voluntariado dirigido a parroquias, universidades y colegios, "para que aprendan de lo que trata la obra".
"Es como plantar una semilla. Esto es algo importante y crucial para la misión, que la gente sepa de nuestro trabajo", aseguró.
Una Familia de Familias cuenta con un área educativa para los niños y adolescentes; un área social para mejorar la calidad de vida de las familias con acciones a favor de la nutrición y los buenos hábitos de alimentación, la salud y el desarrollo de sus habilidades; y también un área pastoral que encamina el desarrollo integral de la persona por medio de la formación humano-cristiano.
María Buñay, promotora social y de habilidades del Centro, compartió que se ofrecen capacitaciones de barbería (peluquería), de costura básica y de diseño y moda para que las personas puedan conseguir empleo.
"En cuanto al curso de costura, puedo decir que es lo mejor que pude haber encontrado, la mejor oportunidad para capacitarme en algo que a mí me gusta. Ha sido una de las mayores oportunidades que la vida me ha dado, que Dios me ha permitido tener", manifestó Betty Bravo, una de las beneficiarias del programa.
El P. Juan Luis Delgado, director pastoral de la organización, contó a EWTN que su "lucha diaria es que las familias sean felices, que conozcan a Dios, ese Dios que no juzga, que solamente quiere acoger, abrazar, animar e ir de la mano con nosotros".
"El servicio de acompañamiento espiritual es un motor que me ha permitido ver la gracia de Dios, el paso de Dios en cada uno de los corazones de los hombres y mujeres, niños y niñas jóvenes que hay aquí, en este centro", continuó.
"María Santísima ha sido pilar fundamental en los acompañamientos, bajo la advocación de nuestra Madre, la Virgen de los Dolores del colegio", agregó.
Finalmente, Espinoza, director del Centro, dio gracias al Papa Francisco y le aseguró que "su presencia le inspira".
"Le pido su bendición para cada una de las personas que somos parte de esta misión. Usted es nuestra inspiración para el trabajo que realizamos. Gracias por mostrar que podemos aportar en la construcción del Reino de Dios", concluyó.