El Arzobispo de Portoviejo, Mons. Eduardo José Castillo Pino, hizo un llamado a rezar por el fin de la violencia en Ecuador y expresó su solidaridad con las víctimas y heridos que dejó un tiroteo ocurrido esta mañana en un funeral en Manta, una ciudad portuaria de la costa central.
“Una vez más el crimen y el terror vuelven a destrozar la vida de tanta gente, y a llenarnos a todos de miedo e inseguridad”, indicó el prelado en declaraciones concedidas a ACI Prensa este 18 de mayo.
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“Para las víctimas y heridos del atentado en Manta, y sus familiares, toda nuestra cercanía y solidaridad. Una sentida oración por todos ellos, por su descanso eterno y por la paz y fortaleza de sus familias”, continuó.
Cerca de las 10:00 a.m. del 18 de mayo (hora local), en la funeraria Jardines del Edén, sujetos desconocidos llegaron al velorio de Andrés Agustín Moreira, un agente de tránsito municipal de Manta que fue asesinado el martes 16 de mayo, y abrieron fuego contra los asistentes.
Como consecuencia, al menos 4 personas fallecieron y otras 8 quedaron heridas, entre ellas dos menores, indicaron los medios locales.
El jefe de la Policía Nacional en Manabí, Patricio Almendáriz, informó en una conferencia de prensa que al menos cinco personas habrían perpetrado el atentado. Los delincuentes utilizaron armas largas y cortas para disparar indiscriminadamente dentro del velatorio.
El alcalde de Manta, Agustín Intriago, señaló que lo ocurrido este jueves es “de terror” y que “trasciende ajustes de cuentas y todo lo que pueda llamarse ‘temas de delincuencia organizada’”.
“Ministerio de Gobierno Ecuador, Ministerio Defensa Ecuador, es urgente y hoy mismo su intervención en esta ciudad. Que no ocurra aquí lo que sucede en el resto del país. Con inocentes no, por Dios”, expresó en sus redes sociales.
En su mensaje enviado a ACI Prensa, Mons. Castillo exhortó a que “nunca nos acostumbremos, a pesar que los crímenes parecen no cesar, al dolor de nuestros hermanos”.
“Sintamos como propio lo que sucede a los demás. Y que no pase un día que dejemos de orar por la paz y por el fin de tanta violencia irracional. El Señor no nos abandonará”, concluyó.