El Arzobispo de Morelia, Mons. Carlos Garfias Merlos, que entregó recientemente un informe al Papa Francisco sobre la situación de México, hizo un diagnóstico del país, agobiado por la violencia y la polarización.
El informe llegó al Vaticano en el marco de la reciente visita ad limina que realizaron 39 obispos mexicanos a la Santa Sede.
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En declaraciones a ACI Prensa, Mons. Garfias señaló que para México "los diagnósticos siempre han sido claros: existe una sociedad temerosa y desintegrada por las violencias, y polarizada por las diversas ideologías".
El prelado lamentó la pérdida de los valores humanos como el amor, la confianza, el respeto y la solidaridad. "Se ha expulsado a Dios de los espacios públicos", lo que lleva a una humanidad desintegrada, "carente de fundamentos antropológicos y con una fuerte tendencia depredadora", indicó.
El obispo subrayó: "Los obispos de México hemos buscado de muchas formas el diálogo con el (Poder) Ejecutivo Federal para conjuntar esfuerzos que contrarresten las problemáticas del país, pero hasta ahora no hemos encontrado respuestas favorables".
El Arzobispo lamentó asimismo que en pocos momentos han tenido ocasión de conversar con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. "Hemos llegado a acuerdos que han quedado a nivel escritorio, pero que no han trascendido a acciones concretas", puntualizó.
Mons. Garfias manifestó el interés de los obispos de México de poder dialogar y "buscar caminos adecuados que favorezcan a nuestro país para superar este episodio de oscurantismo social".
Sobre la política que el presidente de México ha promovido, que se resume en su lema de "abrazos y no balazos", el prelado afirmó que "la respuesta siempre ha sido clara, no se trata de posturas romancistas o de juicios recalcitrantes".
"Para una verdadera transformación social en paz se requiere vivir y practicar objetivamente la justicia y crear modelos de seguridad que garanticen el bien común y la defensa, promoción y respeto de la dignidad humana", subrayó.
El prelado remarcó que hay que "promover la educación para generar una cultura de paz, la atención y acompañamiento de la salud, impulsar una economía social y solidaria".
También son claves, dijo, "la atención a las víctimas de la violencia, la creación de centros de atención a personas adictas, buscar soluciones adecuadas a situaciones de emergencia e imprevistos".
Por último, Mons. Garfias resaltó que, a pesar de la crisis que vive México, "para nosotros los católicos la esperanza no termina, siempre existe la oportunidad que Dios nos ofrece para la conversión y transformación de nuestras vidas".
Por ello, invitó a "construir una sociedad en paz", caminando "juntos y en la misma dirección, como protagonistas y destinatarios de la justicia, la solidaridad, la dignidad humana y el bien común".