Con diferentes actividades y celebraciones, la Diócesis de Catamarca (Argentina) recordó este 11 de mayo al Beato Fray Mamerto Esquiú, al cumplirse 197 años de su nacimiento.
 

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Las celebraciones centrales se desarrollaron en Piedra Blanca, donde nació el fraile franciscano, y en el paraje El Suncho, lugar de su fallecimiento.
 
En Piedra Blanca, la Misa estuvo presidida por el Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc, en el atrio del templo de San José.
 
Asistieron a la ceremonia autoridades provinciales y municipales, miembros de las fuerzas de seguridad y de distintas instituciones. Entre los presentes había niños con el hábito franciscano, tal como lo vistió Fray Esquiú en su infancia, debido a una promesa de su madre.
 
En su homilía, el obispo se refirió al año electoral que se tiene en Argentina y llamó a imitar la figura del Beato Esquiú "en la práctica de la fraternidad y la concordia, poniéndonos al servicio de los demás", y así ser coherentes con la tarea de anunciar y hacer presente el Reino de Dios.
 
En esa línea, pidió a quienes "están pensando en ponerse al servicio de la Patria", a hacerlo con desinterés, "procurando el servicio al bien común". 
 
"El servidor es el que desaparece para que aparezca el otro. El gozo del servidor es ver que el otro crece, que está mejor. Eso es lo que nos enseña la figura del beato", destacó.
 
El prelado señaló que Dios "tiene que ser la fuerza conductora de nuestra Patria", que nos lleve "vivir en la comunión y en una gran fraternidad". 
 
"Que Dios y nuestro querido amigo, el Beato Mamerto Esquiú, nos ayuden a ser mujeres y hombres que caminan por este suelo amando, obedeciendo, dejándose iluminar por ese buen Padre Dios; que creamos todos los días de nuestra vida y le abramos nuestro corazón para que nos ayude a hacer todo aquello que va dignificando la vida de cada ser humano", rezó.
 
Finalizada la Eucaristía, se llevó a cabo la procesión desde el templo de San José hasta la casa natal del beato, portando su imagen y entonando cantos de alabanza.
 
La jornada en Piedra Blanca cerró con un desfile de instituciones civiles y de las fuerzas de seguridad.
 
En El Suncho, lugar donde murió Fray Esquiú, por la mañana se llevó a cabo un encuentro de las parroquias del Decanato Este de la Diócesis.
 
Por la tarde, los presentes asistieron a la Misa, que fue presidida por el vicepostulador de la causa de canonización, Fray Marcelo Méndez, y concelebrada por sacerdotes de la Diócesis.
 
Luego de la Eucaristía tuvieron lugar un acto protocolar y un desfile de agrupaciones tradicionalistas a caballo.