Argentina vive un contexto económico difícil, signado por la pobreza, las cifras de la inflación y la incertidumbre de futuro. En ese marco, Silvia Bulla, presidenta de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), compartió una reflexión sobre cómo "mantener el foco en lo importante".
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Bulla, quien asumió la presidencia de la Asociación hace algunas semanas, se centró en la necesidad de tener "coraje para avanzar hacia una economía diferente".
En una coyuntura "difícil y preocupante del país", consideró necesario hablar del tema "para encontrar en conjunto las soluciones y retomar un rumbo virtuoso".
Para ello, afirmó, se requiere de la responsabilidad de los gobernantes, pero también de "las decisiones, testimonio y gestión diaria de los empresarios".
Al respecto, compartió con ACI Prensa cinco ideas. En su reflexión, se inspiró en las enseñanzas del Papa Francisco y en la propuesta de ACDE Argentina, centrada en los valores cristianos.
1. Compartir la riqueza
A través de la filantropía y del pago de impuestos justos, equitativos y eficientes, que deben transformarse en bienes públicos.
2. Tener vocación comunitaria
En este punto, llamó a "integrar la economía informal a la formal", ayudando a regularizar situaciones y disminuir la brecha que agudiza las desigualdades, en pos de la inclusión e integración de todos.
3. Ser trabajadores
Siguiendo el legado del Venerable Enrique Shaw, fundador de ACDE, "los dirigentes de empresa debemos acercarnos a la realidad de nuestros colaboradores, comprenderla y ofrecer una trayectoria de vida para ellos", aconsejó.
4. Ser ejemplo
En este sentido, llamó a tener una conducta "ejemplificadora y constructiva", con el centro en el bien común, en las personas, la ética y la moral.
5. Ser activistas del cambio anhelado
Con nuevas oportunidades de empleo, colaborando y acompañando durante momentos de crisis.
Sumado a esto, consideró necesario un "fuerte hincapié en la educación, principal herramienta para el desarrollo individual y, también, para construir una trayectoria de vida para nuestros hijos".
En el plano social, invitó a los dirigentes de empresas a aportar para que prevalezca "el diálogo y la cooperación" entre autoridades, instituciones financieras, organizaciones y demás actores sociales.
Finalmente, llamó a "cambiar el paradigma" de un empresariado asociado a la idea de producir riqueza, y transformarse en "agentes proveedores de nuevas oportunidades".
Citando una vez más a Enrique Shaw, expresó: "Se trata de convertirse en fuente de voluntad transformadora".
"Una vez más debemos y podemos ser agentes de cambio, podemos hacer grandes contribuciones. A veces se trata sólo de la decisión y del coraje para cambiar", concluyó.