El Papa Francisco se reunió este jueves 11 de mayo con los delegados de la principal organización caritativa del Vaticano seis meses después de que él mismo destituyera a sus máximos dirigentes.
Los miembros de la Asamblea General de Caritas Internationalis, una confederación de más de 160 organizaciones caritativas católicas que operan en 200 países y territorios, han acudido esta semana a la Ciudad del Vaticano para elegir un nuevo presidente y un nuevo secretario general, entre otras autoridades.
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Al torbellino que rodea las deliberaciones de este organismo se suman las críticas de dos de sus antiguos dirigentes al decreto pontificio de noviembre pasado por el que se destituía a la administración de la organización. En un comunicado de prensa emitido entonces se afirmaba que no se habían constatado ninguna malversación de fondos ni abusos sexuales, pero se citaban deficiencias en la "gestión y los procedimientos (de Cáritas), que perjudicaban gravemente el espíritu de equipo y la moral del personal".
Una administración provisional, dirigida por un antiguo experto en gestión de Bain Capital, ha dirigido la organización mundial desde entonces.
El decreto del Papa Francisco establecía que Cáritas se sometería a una revisión "para mejorar sus normas y procedimientos de gestión --incluso si los asuntos financieros se gestionaban bien y los objetivos de recaudación de fondos se lograban regularmente- y de esa manera servir mejor a sus organizaciones benéficas en todo el mundo".
Sin embargo, en un par de cartas abiertas enviadas a los delegados, obtenidas por ACI Stampa -agencia en italiano del Grupo ACI- y otros medios de comunicación, los dos anteriores secretarios generales de Cáritas -Aloysius John y su predecesor, Michel Roy- critican duramente las acciones del Santo Padre.
John, quien califica la medida de "brutal toma de poder", afirma en su carta de ocho páginas que la considera un "acto incomprensible" ante el proceso sinodal en curso en la Iglesia mundial.
En su opinión, los cambios de liderazgo obedecen a "una voluntad deliberada por parte de algunos superiores de dicasterios que piensan y actúan con una lógica de control de la institución, de las personas, de los recursos". También culpa a una actitud "colonialista" por parte de algunos miembros de la confederación, afirmando que lo veían como un intruso por ser de origen indio.
En su misiva, John recuerda que la inspección externa había comenzado en el verano de 2022, a raíz de una carta que había enviado al Cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, el 23 de junio. La inspección se había solicitado porque "algunos empleados, descontentos con los cambios, habían escrito cartas anónimas y una carta firmada al vicepresidente de Cáritas Internacional".
La inspección tenía el propósito de "ayudar a comprender la situación", escribe John en la carta. Sin embargo, el informe final de la inspección fue clasificado como "confidencial", señala. Al mismo tiempo, cuando se destituyó a la dirección de Cáritas, se subrayó que no había habido "ni malversación de fondos ni abusos sexuales, sino un fallo en la gestión".
Unas palabras "sorprendentemente vagas", "infundadas" y "fruto de una investigación únicamente incriminatoria", sostiene John.
El gobierno provisional, afirma John, humilla "a los miembros de la confederación, que depositan su confianza en esta institución y en su futuro".
John subraya que "el anuncio de esta suspensión, hecho a toda prisa, con increíble violencia y escasa comunicación pública, ha desacreditado a la Iglesia y a una de sus joyas".
En su carta, Roy advierte que "la confederación corre el riesgo de convertirse en una mera plataforma sujeta a decisiones de arriba y no de sus miembros".
Apunta que "no hay duda" de que "quienes están a cargo" del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral son los responsables de intentar centralizar el control sobre Cáritas. Y añade: "El hecho de que la decisión tomada no pueda ser cuestionada por estar sujeta a un decreto del Santo Padre no puede ocultar de dónde viene".
Elección de nuevos dirigentes
El Secretariado General de Caritas Internationalis tiene su sede en la Ciudad del Vaticano. Desde allí, la dirección de la organización "coordina las respuestas de emergencia, la política y la incidencia, las comunicaciones, la representación internacional y el desarrollo de capacidades", según el sitio web de Cáritas.
Las organizaciones nacionales de Cáritas están vinculadas a sus Conferencias Episcopales. Cada cuatro años, los representantes de estas organizaciones se reúnen en una Asamblea General en la Ciudad del Vaticano para elegir a su presidente, vicepresidentes, secretario general y tesorero. La última Asamblea fue en 2019.
Entre los posibles sucesores del Cardenal Luis Antonio Tagle, destituido como presidente de Cáritas en noviembre, figuran el Cardenal Soane Patita Paini Mafi, Arzobispo de Tonga; el Arzobispo de Tokio Tarcisius Isao Kikuchi; el Arzobispo maronita de Trípoli (Líbano) Joseph Soueif, que fue candidato a la presidencia de Cáritas en 2015; y Mons. Gabriel Hatti, presidente de la oficina de Oriente Medio y Norte de África.
Entre los candidatos a secretario general se encuentran Cristina Calvo, consultora de Cáritas América Latina, y Alistair Dutton, director ejecutivo de Cáritas Escocia y ex director humanitario de Caritas Internationalis.
Catholic News Agency -agencia de noticias de EWTN en inglés- se puso en contacto el miércoles con Caritas Internationalis para solicitar comentarios sobre las críticas de sus antiguos dirigentes, pero no recibió respuesta antes de esta publicación.
En un comunicado a Associated Press, Cáritas señala que ha pasado los últimos seis meses en un "viaje de renovación y comunión" en respuesta al llamado del Papa Francisco a la reforma.
"Nos estamos preparando para que [la Asamblea General, ya en curso] sea un momento de encuentro gozoso, de diálogo sincero y de escucha mutua, dirigido a construir juntos el futuro camino de la cooperación fraterna, al servicio de los pobres y de los más vulnerables", añade el comunicado.
Este artículo ha sido traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Fue publicado originalmente en CNA.
Andrea Gagliarducci es periodista y analista del Vaticano para ACI Stampa.
