La Arquidiócesis de Oklahoma (Estados Unidos) invitó a los fieles a rezar pidiendo un milagro por intercesión del Beato Stanley Rother, que permita la sanación de un querido sacerdote diocesano que padece de un cáncer cerebral avanzado.
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Join in prayer for Fr. Joseph Jacobi from Holy Spirit Catholic Church in Mustang. He is scheduled to have surgery on Friday, April 28, to remove a small tumor in his brain.
- Archdiocese of Oklahoma City (@ArchOKC) April 26, 2023
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El P. Joseph Jacobi acudió al médico el 28 de abril para una cirugía que le removió un pequeño tumor en el cerebro. Sin embargo, días después, el 8 de mayo, los médicos le indicaron que padecía de la forma más agresiva de cáncer cerebral.
"Los resultados de las pruebas compartidos con el P.Jacobi indican que su tumor es un glioblastoma, una forma agresiva de cáncer cerebral", informó la Arquidiócesis en un comunicado compartido en redes sociales el 10 de mayo.
También indicó que el presbítero de 59 años "se someterá a radiación y quimioterapia una vez que se haya recuperado lo suficiente de su reciente cirugía. Actualmente, tiene dolor y fatiga postoperatorios residuales".
La nota precisa que el P. Jacobi, sacerdote por más de 30 años en Oklahoma, ha "depositado su plena confianza en Dios y en la perfecta voluntad del Padre", y "se siente fortalecido y animado por el continuo apoyo y aliento".
El 9 de mayo, el P. Scott A. Boeckman compartió una fotografía en la que se le observa a él junto al P. Jacobi y un tercer clérigo, arrodillados frente al altar del Santuario del Beato Stanley Rother.
"Hoy estamos en el Santuario del Beato Stanley Rother pidiéndole a Dios, por intercesión del Beato Stanley, que llene al P. Jacobi con el Espíritu Santo de Dios mientras camina este 'camino'", indicó el presbítero.
El Beato P. Stanley Francis Rother, conocido como el Padre Aplas o Padre Francisco, es un sacerdote mártir que dio su vida defendiendo a los indígenas en Guatemala. Fue asesinado el 28 de julio de 1981.
El Arzobispo de Oklahoma City, Mons. Paul Coakley, a menudo comenta que el Beato Stanley, literalmente, necesita un milagro atribuido a su intercesión.
El Beato Rother fue un sacerdote de la Arquidiócesis de Oklahoma que acogió el llamado de San Juan XXIII para ir como misionero a Centroamérica. Murió como mártir defendiendo la dignidad de los indígenas de Guatemala.
A continuación dos oraciones para pedir la intercesión del Beato Stanley Rother en favor del P. Joseph Jacobi.
Oración por el favor divino
Beato Stanley, hermano nuestro,
derramaste tu vida en el servicio y derramaste tu sangre como testigo
de la fidelidad del amor de Dios.
Aquellos a los que amabas tan profundamente y servías tan completamente
te conocieron como su pastor y su sacerdote,
intercediendo por ellos como su puerta abierta a la presencia de Cristo.
Ruega por nosotros ahora e intercede por nosotros,
mientras te pedimos que camines con nosotros en nuestro viaje por la vida,
que la presencia redentora de Jesús
pueda tocarnos ahora y restaurarnos a la plenitud y la paz.
Pido en tiempo de necesidad (indique su petición)
que tu oración nos acompañe; que la misericordia de Cristo,
que resonó en tu ministerio y en tu martirio,
nos renueve y nos traiga las gracias necesarias para sanar nuestras heridas,
ilumina nuestras tinieblas, y restaura las pérdidas en nuestras vidas,
para que seamos, finalmente, uno contigo alabando a Dios por los siglos de los siglos en el cielo.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Oración pidiendo la intercesión
Oh fiel pastor, Beato Stanley Rother,
como sacerdote y misionero, cultivaste la tierra con tus manos
e invitaste a Cristo Jesús a cultivar la tierra de tu alma.
Te convertiste en signo del amor de Cristo, el Buen Pastor, para tu
pueblo, y bendijiste sus vidas a través de tu ministerio.
Te mantuviste firme y no huiste del peligro,
trayendo con tu martirio gloria a Dios y a Su Iglesia.
Beato Stanley, obtén del corazón de Jesús (haga aquí su petición...),
y reza por mí, para que yo también sea signo del amor de Cristo entre su pueblo.
Enséñame a cultivar fielmente la tierra de esta vida en la realidad
que el Padre me ha dado, sin miedo a quedarme con aquellos
que Dios me ha confiado, sin importar el costo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.