En el marco de la investigación sobre los casos de abusos cometidos en Bolivia por un jesuita español ya fallecido, algunos obispos locales dedicaron sus homilías a pedir justicia y que el tema "no se politice" ni "se estigmatice a la Iglesia".
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El caso, que en las últimas semanas tuvo múltiples resonancias en los medios de comunicación, se hizo público a raíz de una investigación del periódico español El País.
Según dicho medio, el sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas Moreno, fallecido en 2009, había cometido abusos contra niños y adolescentes en los años 70 y 80, y los había registrado en un diario secreto.
La Compañía de Jesús en Bolivia inició una investigación por encubrimiento a varios de sus miembros que se desempeñaban como superiores en la época de los abusos, que además fueron separados de sus cargos.
Ante esta situación, los obispos de Bolivia emitieron una declaración reiterando su política de "tolerancia cero".
Este domingo, varios prelados dedicaron sus homilías al problema. Uno de ellos fue el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue Cesarí, quien pidió "que se investigue como debe ser, que se haga justicia… que no se politice y no se estigmatice a la Iglesia".
Asimismo, expresó que "todo error, todo delito hay que investigarlo y hay que hacer justicia".
También se refirió al asunto el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana y Vicario Apostólico del Beni, Mons. Aurelio Pesoa.
El prelado manifestó "mucho dolor" en nombre de la Iglesia por "el delito de uno de sus hijos", y lamentó los comentarios y opiniones "de toda índole" que se suscitaron a raíz del caso, y que despertaron sentimientos de odio contra la Iglesia.
Ante esto, y en alusión al Evangelio, que recuerda que Jesús es camino, verdad y vida, pidió a los fieles emprender un camino de purificación en la Iglesia "con la valentía de poder recorrerlo para encontrar la verdad y la vida".
Además, pidió al Espíritu Santo que "fortalezca la fe y la vida para que nadie se desanime frente a estos acontecimientos", y que Dios "nos ayude a comprometernos por defender lo bueno".
El Arzobispo de Cochabamba, Mons. Oscar Aparicio, exhortó asimismo a los fieles a rezar por esta situación: "En este tiempo crítico que vive la Iglesia y la Congregación de los Jesuitas, nosotros debemos permanecer en oración, no dejarnos llevar, más al contrario, orar".
Por su parte, Mons. Percy Galván, Arzobispo de La Paz, aseguró que la Iglesia en Bolivia "sangra de dolor" por el caso del P. Pedrajas.
Al respecto, reconoció: "No somos de piedra, nos duele", pero hizo hincapié en la importancia de corregir y enderezar donde sea necesario hacerlo.