En el Regina Coeli de este domingo 7 de mayo, el Papa Francisco invitó a los fieles a recordar hacia dónde se dirige su vida, incluso en el cansancio: "Mirar hacia arriba, hacia el cielo, recordemos la meta, pensemos que estamos llamados a la eternidad".
Antes de dirigir esta oración mariana del tiempo pascual ante los fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco reflexionó acerca del Evangelio del día, que relata el último discurso de Jesús antes de su muerte.
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El Santo Padre explicó que Jesús no dejó solos a sus discípulos, sino que les invitó a "no tener miedo" y les indicó "que va a preparar un lugar para ellos y a guiarles hacia esa meta".
"El Señor hoy nos indica así a todos nosotros el maravilloso lugar al que ir, y, al mismo tiempo, nos dice cómo ir, nos enseña el camino a recorrer. Nos dice dónde ir y cómo ir", destacó.
En ese sentido, señaló que el "miedo" que sintieron los discípulos es el mismo que muchas veces sentimos nosotros, "cuando nos vemos obligados a separarnos de alguien a quien queremos".
Sin embargo, el Papa indicó que Jesús asegura a sus discípulos que serán acogidos "para siempre con el calor de un abrazo" y que estará en el cielo preparándoles un lugar.
Más tarde, puntualizó que estas palabras son "fuente de consuelo y esperanza", ya que "Jesús no se ha separado de nosotros, sino que nos ha abierto el camino, anticipando nuestro destino final: el encuentro con Dios Padre, en cuyo corazón hay un puesto para cada uno de nosotros".
De este modo, el Santo Padre animó a los fieles a "recordar hacia dónde se dirige nuestra vida cuando experimentemos cansancio, desconcierto e incluso fracaso".
No nos dejemos arrasar por el presente; miremos hacia arriba, hacia el Cielo, recordemos la meta, pensemos que estamos llamados a la eternidad, al encuentro con Dios. Renovemos hoy la elección de amar a Jesús y de caminar detrás de Él. #EvangelioDeHoy (Jn 14, 1-12)
- Papa Francisco (@Pontifex_es) May 7, 2023
"No debemos perder de vista la meta, incluso si hoy corremos el riesgo de olvidarlo, de olvidar las preguntas finales, las importantes: ¿Adónde vamos? ¿Hacia dónde caminamos? ¿Por qué vale la pena vivir? Sin estas preguntas solo exprimimos la vida en el presente, pensamos que debemos disfrutarla lo máximo posible y terminamos por vivir al día, sin un objetivo, sin una finalidad", añadió.
Asimismo, afirmó que Jesús también nos indica el camino a recorrer. "A veces, sobre todo cuando hay grandes problemas que afrontar está la sensación de que el mal es más fuerte, nos preguntamos: ¿Qué debo hacer? ¿Qué camino debo seguir? Escuchemos la respuesta de Jesús: 'Yo soy el camino y la verdad y la vida'".
"Jesús mismo es el camino a seguir para vivir en la verdad y tener vida en abundancia. Él es el camino y, por tanto, la fe en Él no es un 'paquete de ideas' en las que creer, sino un camino a recorrer, un viaje que cumplir, un camino con Él".
Para el Santo Padre, "Él es el camino que conduce a la felicidad que no perece. Es imitarlo, especialmente con gestos de cercanía y misericordia hacia los demás".
Esta es, según el Pontífice, la "brújula" para alcanzar el cielo: "Amar a Jesús, el camino, convirtiéndose en señales de su amor en la tierra".
Por último, el Papa Francisco invitó a los fieles a "mirar hacia arriba, hacia el Cielo, recordemos la meta, pensemos que estamos llamados a la eternidad, al encuentro con Dios. Y, desde el cielo al corazón, renovemos hoy la elección de Jesús, la elección de amarlo y de caminar detrás de Él".
Palabras tras el Regina Coeli
Al finalizar este rezo, el Papa Franciscó mencionó a la Asociación Meter y a su fundador, el P. Fortunato Di Noto, "que llevan adelante el compromiso de prevenir y combatir la violencia contra los menores".
El Santo Padre recordó que este 7 de mayo celebran la XXVII Jornada de los Niños Víctimas y que desde hace 30 años "defienden a la infancia de los abusos y la violencia".
"Estoy cerca de vosotros, hermanos y hermanas, y os acompaño con mi oración y mi afecto. No os canséis nunca de estar al lado de la víctima, ahí está el Niño Jesús esperándoos, ¡gracias!".
Además, dirigió un saludo especial a los nuevos guardias suizos, "a sus familiares y amigos, y a las autoridades suizas que participaron en las celebraciones de este benemérito Cuerpo".
Por último, recordó que mañana, 8 de mayo, se elevará en Pompeya (Italia), la tradicional Súplica a Nuestra Señora del Rosario, "en aquel Santuario que el Beato Bartolo Longo quiso dedicar a la paz".
"En este mes de mayo recemos el Rosario, pidiendo a la Santísima Virgen el don de la paz, especialmente para la atormentada Ucrania. Que los gobernantes de las naciones escuchen el deseo de los pueblos que sufren y quieren la paz", concluyó.
A continuación, el Evangelio comentando por el Papa Francisco:
Lectura del santo evangelio según san Juan
Jn 14, 1-12
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque ahora voy a prepararles un lugar. Cuando me haya ido y les haya preparado un lugar, volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy".
Entonces Tomás le dijo: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Jesús le respondió: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto".
Le dijo Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". Jesús le replicó: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ve a mí, ve al Padre. ¿Entonces por qué dices: 'Muéstranos al Padre'? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aun mayores, porque yo me voy al Padre".