El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, reflexiona en su última carta semanal sobre el carácter maternal de la Virgen María, en un momento en el que la maternidad está "devaluada".
"Profundicemos en el sentido de la madre, hoy que están tan devaluada esta realidad. Madre es la que acoge, la que cuida, la que ama gratuitamente, la que siempre está a tu lado", asevera el Prelado.
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Mons. Fernández lamenta que haya madres que "se deshacen del fruto de sus entrañas antes de nacer, porque piensan que su hijo les va a traer más problemas que satisfacciones".
También muestra su dolor porque las personas "más débiles" estén privadas a lo largo de su vida "del cariño maternal cuando más lo necesitan".
Y añade: "Cuántos otros en el declinar de la vida se convierten en un estorbo a eliminar cuando se los mira con ojos y corazón distintos a los de una madre".
Por eso, Mons. Fernández ruega a los fieles que oren para que "María Santísima nos dé a todos un corazón de madre, que cuando la miramos y le rezamos nos dé entrañas de misericordia y capacidad de cuidar de los más débiles y necesitados".
En este sentido, el Prelado estima que "Jesús nos ha dado esta Madre para que no nos falte nunca y para que a nadie le falte nunca un corazón de madre que lo atienda".
Cruces de mayo
Por otro lado, el Prelado valora la fiesta de las Cruces de mayo, muy extendida en la Diócesis de Córdoba. Esas cruces floridas "vienen a recordarnos el triunfo de la Cruz de Cristo, convirtiendo el patíbulo de los condenados en trono de victoria y de esperanza".
Mons. Fernández comparte en su misiva semanal que donde hay dolor, sufrimiento, humillación o abatimiento como consecuencia del pecado "la Cruz de Cristo viene a cambiarlo, sembrando esperanza y misericordia, alegría y victoria".
"El pecado y la muerte no tienen la última palabra", enfatiza.