Refiriéndose a los recientes asesinatos de un niño y una maestra, el Arzobispo de San Salvador, Mons. Fernando Sáenz Lacalle, hizo un llamado a los ciudadanos y autoridades a comprometerse en la defensa de la vida y fortalecer los valores morales en la sociedad.
Luego de la Misa dominical en la Catedral, el Prelado afirmó que si bien todo acto de violencia es condenable “el asesinato de un menor es un hecho verdaderamente triste, no indignante, sino más bien triste”.
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El Arzobispo agregó que aunque en el caso del niño se acusa al padre, “hace falta demostrarlo verdaderamente” ya que “todo mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario, hay que tener mucha precaución de no hacer un escándalo sin evidencias”.
El niño Maycol José Ticas –de cuatro años–, fue secuestrado el miércoles pasado cuando se encontraba en su centro preescolar, en el departamento central de San Vicente, y su cadáver fue encontrado al día siguiente con señales de golpes y asfixia, en la carretera Panamericana.
La Policía ha detenido al padre del niño, Jimmy Ticas, y a su actual pareja, Laydi Franco, bajo acusaciones de ser los responsables intelectuales del crimen.
Por otra parte, la maestra Elena Hernández Medina, de 32 años, fue asesinada el viernes en Ciudad Delgado, en el norte de San Salvador, supuestamente por su ex pareja Luis Enrique López, quien se encuentra detenido.