Cada 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, un derecho que a veces es amenazado, incluso en ámbitos católicos. Un ejemplo de ello es lo que vivió el mártir San Tito Brandsma, quien dio su vida para que no se silencien las verdades de fe.
Este santo sacerdote carmelita (1881-1942), natural de los Países Bajos, era un gran devoto de la Santa "reformadora" Teresa de Jesús, y escribió mucho sobre ella.
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El Dicasterio para las Causas de los Santos señala que San Tito fundó la revista "Rosas del Carmelo (Karmelrosen, convertida luego en Speling)", llegó a ser jefe de redacción del diario "De Stad Oss" (La ciudad de Oss) y fue asistente eclesiástico de la Asociación de Periodistas Católicos, recibiendo su carné internacional de periodista.
Tras la invasión nazi a Países Bajos, la prensa católica de la región fue forzada a publicar comunicados del régimen opuestos a la fe. El santo sacerdote entonces visitó viajando en tren diversos diarios católicos para transmitirles las directrices del Episcopado holandés contra la perversa dictadura y animarlos a resistir ante los nazis.
No obstante, fue detenido y llevado al campo penal de Amersfoort, donde lo hicieron trabajar en condiciones inhumanas. Más adelante, terminó en el aterrador campo de concentración de Dachau (Alemania), donde los del régimen hacían experimentos con los prisioneros. Al final fue asesinado con una inyección letal de ácido carbólico.
Antes de morir, le regaló su rosario a la enfermera que le inyectó la sustancia mortal. Ella le dijo que no sabía rezar, y él le contestó que sólo debía decir: "Ruega por nosotros, pecadores". Tiempo después la joven se convirtió y fue testigo en el proceso de canonización de San Tito Brandsma.
Su cuerpo nunca fue encontrado y se cree que lo incineraron en los hornos del centro de exterminio nazi. San Juan Pablo II aprobó el decreto que reconocía su martirio y fue beatificado en 1985. El Papa Francisco lo canonizó en 2022.
De acuerdo al diario neerlandés Nederlands Dagblad, decenas de periodistas internacionales y la Asociación Alemana de Periodistas Católicos, con 520 integrantes, firmaron una carta al Papa Francisco pidiéndole que se nombre a San Tito Brandsma como patrono del periodismo.
Por su parte, los carmelitas indican que el santo escribió una oración especial entre el 12 y 13 de febrero de 1942, cuando se encontraba en la cárcel, y se titula "Ante una imagen de Cristo".
Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en Ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.
Este amor tuyo –bien lo sé– produce
sufrimiento y exige gran coraje:
mas a tu Gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.
Feliz en el dolor mi alma se siente;
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a Ti, Señor, estrechamente.
Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra;
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.
¡Quédate, mi Jesús!
Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia;
que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces
con tu gracia.