Durante el encuentro del Papa Francisco con la juventud de Hungría, llevado a cabo este sábado en Budapest, los jóvenes fueron exhortados a no avergonzarse de su fe en Cristo, sino mostrarla con orgullo.
Este llamado fue hecho por Tódor Levcsenkó, uno de los cuatro jóvenes que compartieron sus testimonios ante el Santo Padre en "László Papp Budapest Sports Arena".
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Delante de los miles de jóvenes, Tódor, estudiante del Liceo de los Jesuitas Fényi Gyula de Miskolc, explicó que fue bautizado con este nombre en honor al Beato Teodoro Romza, obispo greco-católico asesinado en 1947.
"Esta herencia me ha hecho reflexionar a menudo sobre mi fe. ¿Cuál es mi vocación hacia mi generación? ¿Mi profesión de fe tiene algún valor? ¿Hay alguno que me escuche?", preguntó Tódor, hijo de un sacerdote greco-católico, uno de los ritos católicos orientales donde los presbíteros pueden casarse.
El joven de 17 años indicó que, si bien puede vivir "en equilibrio espiritual como muchos de sus coetáneos", experimenta "lo que sucede en mi patria y siento siempre más la necesidad de testimoniar mi fe".
"Muchas personas son indiferentes a su fe, no dan valor al patrimonio de sus padres y de sus antepasados, por el cual se ha combatido", señaló.
"Nuestro sentido de la misión está con frecuencia adormecido porque podemos vivir en seguridad y en paz, pero debemos ver que a pocos kilómetros de distancia la guerra y el sufrimiento están a la orden del día", indicó, en referencia al conflicto en Ucrania, país que limita al este con Hungría.
Por ello, añadió, "ahora que puedo estar delante del Santo Padre, ¡quisiera alentarlos! Demostremos que con la fuerza de la fe y de la paz podemos superar el desencuentro".
Tódor exhortó a sus coetáneos a "tener el coraje de defender nuestra fe y de atender nuestra llamada a construir la paz. ¡No debemos avergonzarnos, llevemos con orgullo nuestro nombre en Cristo!". "No huyamos si hay quienes nos consideran pequeños, impotentes o inadecuados en el mundo de los adultos... ¡Pido al Santo Padre que ore por la juventud húngara!", concluyó.
Por su parte, en su cuarto discurso en Hungría, el Papa Francisco aseguró a los jóvenes que "Jesús es el mejor entrenador para ganar en la vida" y que "Dios perdona siempre" y está dispuesto a levantarlos "en cada caída".
El Santo Padre permanecerá hasta mañana domingo en Hungría, donde celebrará una Misa y sostendrá un encuentro con el mundo universitario y de la cultura.