El superior del P. Marko Rupnik, sacerdote jesuita y artista acusado de abusar sexualmente de numerosas religiosas, explicó que desde el punto de vista eclesial es "ilegal" que él sea el dueño de una empresa.
La autoridad de los jesuitas en Roma, el P. Johan Verschueren, indicó a ACI Prensa el 22 de abril que "es lamentable" que el P. Rupnik sea dueño del 90% de una compañía comercial.
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"Desde el punto de vista eclesial es ilegal, a menos que se demuestre que las autoridades eclesiásticas competentes dieron permiso para una excepción. Hasta ahora esta prueba no se ha dado", precisó el superior.
El Código de Derecho Canónico, la norma que rige a la Iglesia en todo el mundo, establece en el canon 286 lo siguiente: "Se prohíbe a los clérigos ejercer la negociación o el comercio sin licencia de la legítima autoridad eclesiástica, tanto personalmente como por medio de otros, sea en provecho propio o de terceros".
De otro lado, el canon 668 señala, en el caso de los miembros de congregaciones religiosas, que "antes de la primera profesión, los miembros harán cesión de la administración de sus bienes a quien deseen, y, si las constituciones no prescriben otra cosa, dispondrán libremente sobre su uso y usufructo".
Asimismo, agrega el texto, "necesitan licencia del Superior competente, conforme a la norma del derecho propio, para modificar estas disposiciones con causa justa, y para realizar cualquier acto en materia de bienes temporales".
El canon 668 indica, además, que "todo lo que un religioso gane con su propio trabajo o por razón del instituto, lo adquiere para el instituto. Lo que perciba de cualquier modo en concepto de pensión, subvención o seguro, lo adquiere para el instituto, a no ser que establezca otra cosa el derecho propio".
Según una investigación publicada por el medio italiano Domani, el P. Rupnik posee el 90% de la empresa Rossoroblu, una sociedad de responsabilidad limitada (srl), fundada en 2007 con un capital de 10 mil euros.
El otro 10% es propiedad de Manuela Viezzoli, una ex religiosa que pertenecía a la Comunidad Loyola, el instituto fundado por el P. Rupnik en Eslovenia y a la que pertenecen las más de 20 religiosas que lo acusan de haber abusado de ellas.
Según Domani, Rossoroblu facturó en 2022 la suma de 1.176.500 euros y contaba entonces con 15 trabajadores.
El superior del P. Rupnik explicó a ACI Prensa que "es bastante lógico y completamente legal" que "el Centro Aletti (la escuela de arte fundada por el sacerdote) albergue una iniciativa comercial de esta naturaleza".
"Lo contrario sería muy preocupante, por motivos fiscales", ya que "producir y vender una obra de arte es una actividad comercial. Sería ilegal no pagar impuestos de manera transparente", agregó.
Sin embargo, el superior jesuita precisó que "el mundo de los religiosos está ligado al voto de pobreza religiosa. Esto significa muy sencillamente que las personas religiosas no pueden poseer, privada ni personalmente, bienes de ningún tipo, ni dedicarse a actividades comerciales por su cuenta, aunque no usen los recursos para sus propios fines".
Tras comentar que "no hay nada de malo" en que una empresa "esté alojada y activa en el Centro Aletti", el superior expresó su desconcierto por la manera en que ello se da.
"La forma en que esta srl es propiedad, está gestionada y vinculada al Centro Aletti, me desconcierta mucho, porque se puede pensar en otras formas legales de propiedad y de vinculación de una srl italiana a una obra religiosa", señaló el P. Verschueren.
"En este caso particular, yo no sabía que el P. Rupnik era dueño del 90%. Nunca me lo dijo. Entonces no la controlamos ni la supervisamos", continuó el superior jesuita.
"Sólo puedo esperar que las cosas se manejen de forma correcta y justa", concluyó.
El caso Rupnik
El P. Marko Rupnik, quien ha tenido a su cargo meditaciones de Cuaresma para la Curia del Vaticano en años anteriores, es cofundador de la Comunidad Loyola en Eslovenia, surgida en la década de 1980, donde habría abusado de religiosas adultas.
Tras una investigación preliminar encargada a la Compañía de Jesús, la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) "determinó que los hechos en cuestión debían ser considerados prescritos y por lo tanto cerró el caso a principios de octubre de este año 2022", señalaba un comunicado de los jesuitas del 2 de diciembre.
El Superior General de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa, confirmó el 14 de diciembre que Rupnik había sido excomulgado en mayo de 2020 por haber confesado a una de sus víctimas.
En una cronología publicada por los jesuitas el 18 de diciembre, se precisa que la CDF declaró en mayo de 2020 que, en efecto, Rupnik había sido excomulgado, pero se le levantó la pena ese mismo mes.
Almudena Martínez-Bordiú, corresponsal de ACI Prensa en Roma, colaboró en este artículo.