El presidente de la Comisión Católica de Justicia y Paz en Pakistán, P. Emmanuel Yousaf, alertó que el problema de la conversión forzada de niñas y jóvenes cristianas "se agudiza día a día".
El rapto de menores de las minorías religiosas, para obligarlas a convertirse al islam y casarse con musulmanes, no es nuevo en Pakistán, donde, de acuerdo a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el 97% de los cerca de 207 millones de habitantes son musulmanes y sólo el 2% son cristianos.
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Un informe presentado por el Centro para Justicia Social (CJS) de Lahore al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en febrero de 2022, mostró que en 2021 hubo 78 casos documentados, de los cuales 39 son mujeres hindúes, 38 cristianas y una sij.
El reporte indica que el 76% eran menores de edad. Sin embargo, al no mencionarse la edad del 18%, "hay motivos para sospechar que estas también pueden ser menores". "Sólo el 6% fueron confirmadas mayores" de edad, señala.
El informe del CJS también alerta que en 2021 se "experimentó un aumento del 80% en comparación con 2020 y del 50% en comparación con 2019".
En declaraciones a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el P. Yousaf indica que si bien hay leyes contra los matrimonios infantiles y forzados, estas no se aplican.
"Una de las razones es que todo ello afecta principalmente a cristianos e hindúes, y que en Pakistán la presión procede de la sociedad y del lado musulmán. Presionan a las familias y a las niñas", explica.
Además, los procesos judiciales para rescatar a estas mujeres demandan tiempo y dinero, y "los abogados tienen miedo a ocuparse de estos casos, al igual que los jueces".
El presidente de la Comisión Católica de Justicia y Paz aclara que la presión contra las minorías religiosas las ejercen los musulmanes radicales, que son un grupo pequeño, pero influyente. "Tengo muchos amigos musulmanes, pero son una mayoría silenciosa. Allí radica el problema", afirma.
En la entrevista, el P. Yousaf también se refirió a los abusos que se cometen con las leyes de blasfemia, que castigan todo agravio contra el islam y el profeta Mahoma, pero que –denuncia ACN– "a menudo, se utilizan para saldar cuentas personales, un problema que afecta tanto a cristianos como a musulmanes".
El sacerdote explica asimismo que cuando un cristiano es acusado de blasfemia, reúnen a los musulmanes de las localidades afectadas y vecinas. "Acuden y saquean las casas, y prenden fuego a la iglesia", narra.
Por ello, el presidente de la Comisión Católica de Justicia y Paz pide a la opinión pública occidental que aborde con insistencia la situación de los derechos humanos en Pakistán.