Los obispos de Estados Unidos expresaron su "tremenda decepción" por el fallo de la Corte Suprema a favor de la píldora del aborto, dado a conocer el viernes 21 de abril.

"La orden interina de la Corte Suprema es una tremenda decepción, tanto por la pérdida de vidas humanas inocentes en el aborto químico, así como por el peligro que el aborto químico significa para las mujer", indicó una declaración de los obispos de Estados Unidos este sábado 22.

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El fallo de la Corte Suprema, de 7 votos contra 2, bloquea una orden judicial inferior que habría retirado la mifepristona del mercado, mientras al alto tribunal considera una demanda que disputa si el medicamento fue aprobado válidamente.

El presidente Joe Biden elogió la decisión de la Corte Suprema.

La mifepristona mata de hambre al no nacido al bloquear los efectos de la hormona progesterona, provocando un aborto espontáneo.

Este fármaco se combina con el misoprostol, que la mujer toma para que el útero expulse al bebé. Puede generar que la madre se desangre y, en algunos casos, la hemorragia hace que entre en shock hipovolémico y muera.

"Es equivocado permitir que sigan vigentes las normas sanitarias y de seguridad de la FDA para la mifepristona, que han disminuido considerablemente", indica la declaración del episcopado, que lleva la firma del Obispo de Arlington y Jefe del Comité de Actividades Provida, Mons. Michael F. Burbidge.

"La FDA actuó ilegalmente cuando la aprobó por primera vez, y posteriormente relajó los requisitos de seguridad para la prescripción y dispensación del fármaco. Esperamos y rezamos para que el Tribunal anule finalmente las acciones indebidas de la FDA", prosigue la declaración.

"El aborto nunca es la respuesta para un embarazo complicado o no deseado, ya que siempre termina una vida y pone en riesgo otra", subraya el texto.

Tras alentar a una "significativa compasión tanto para las madres como para los niños", el texto recuerda que los obispos "seguiremos abogando por políticas que den prioridad a las mujeres y las familias, que sirvan a las mujeres en necesidad".

"Rezamos para que llegue el día en que acabar con la vida de los niños no nacidos sea impensable", concluye la declaración.