Líderes católicos y defensores de la vida lamentaron la aprobación final por parte del gobernador de Colorado, Jared Polis, de tres proyectos de ley a favor del aborto, y objetaron que priorizan esa práctica "a costa de la vida de innumerables niños".
Las nuevas leyes, aprobadas el viernes 14 abril, prohíben los tratamientos de reversión de píldoras abortivas, restringen en gran medida la publicidad de los centros provida de ayuda a mujeres embarazadas, exigen que los proveedores de seguros paguen por los abortos y eliminan la notificación a los padres para menores que buscan un aborto, entre otras medidas.
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Bella Health and Wellness, una clínica provida de atención médica fundada por católicos, presentó rápidamente una impugnación legal a la prohibición de revertir la píldora abortiva, con el respaldo del grupo legal de libertad religiosa Becket. Si continúa ofreciendo y publicitando progesterona para revertir la píldora abortiva, la clínica enfrenta multas de hasta 20.000 dólares por infracción y la pérdida de las licencias médicas de los proveedores.
Un juez federal le otorgó a Bella Health and Wellness una exención temporal de la prohibición.
Las nuevas leyes también prohíben que las instalaciones médicas y las redes de proveedores de seguros excluyan a los profesionales médicos que realizan abortos o brindan "atención de afirmación de género", con algunas excepciones para las organizaciones religiosas que se oponen a estas prácticas.
En una carta del 14 de abril, los obispos católicos de Colorado expresaron que había "un fuerte clamor" contra los tres proyectos de ley. Los prelados señalaron asimismo que las leyes están fuera de sintonía con el 63% de los habitantes de Colorado que no apoyan el aborto sin restricciones. La mayoría de los residentes del estado no quieren pagar el aborto en su seguro médico y no quieren penalizar a los proveedores de atención médica que se oponen al aborto y a la "atención de afirmación de género".
El gobernador Polis, del Partido Demócrata, y la "mayoría casi a prueba de veto de los legisladores a favor del aborto" en la Legislatura, enfatizaron los obispos, están "diciéndoles a los habitantes de Colorado que priorizan el aborto sobre las decisiones de salud reproductiva que afirman la vida de las mujeres, a expensas de la salud de la madre y, lo que es más grave, a costa de la vida de innumerables niños".
Lamentaron que algunos legisladores católicos hayan votado a favor de los proyectos de ley y les pidieron que se abstengan de recibir la Comunión hasta que muestren arrepentimiento público y reciban la absolución en la Confesión sacramental.
"Hoy las lágrimas de Dios cayeron sobre Denver cuando nuestro gobernador promulgó tres proyectos de ley de aborto extremo, eligiendo una cultura de muerte sobre una cultura de vida", escribió en Twitter el 14 de abril el Arzobispo de Denver, Mons. Samuel Aquila. "¡Sigamos orando por la conversión de los corazones y de las mentes y el coraje de defender la dignidad de la vida!".
La disposición que prohíbe la reversión de la píldora abortiva (APR, por sus siglas en inglés), según los obispos, "incluso elimina la capacidad de una mujer de elegir la vida de su hijo por nacer".
"APR es simplemente una gran dosis de progesterona natural, la hormona 'progestación', recetada por un proveedor médico autorizado para superar los efectos mortales del aborto inducido químicamente para el bebé", indicaron los obispos. "Los bebés que han nacido de madres que han tomado progesterona durante el embarazo son sanos y fuertes. Colorado es el primer estado en eliminar esta elección de vida para las mujeres".
La píldora abortiva es un régimen de dos dosis de mifepristona seguida de misoprostol. La píldora funciona para matar a un bebé por nacer al cortar los nutrientes necesarios para que continúe desarrollándose. El segundo fármaco, el misoprostol, tomado días después del primero, induce calambres y contracciones para expulsar el cuerpo del bebé del útero.
Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) sólo había aprobado la píldora abortiva hasta las 10 semanas de embarazo, muchas clínicas y proveedores ofrecen el medicamento hasta las semanas 12 o 13, informó el diario estadounidense New York Times. La aprobación de la FDA de la píldora abortiva se enfrenta actualmente a un escrutinio en los tribunales federales y el uso aprobado se ha reducido a las siete semanas de embarazo.
Los críticos del régimen de reversión de la píldora abortiva dijeron que carece de la aprobación de la FDA y de un respaldo científico sólido. El proabortista Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, en un documento de 2015, señaló que el embarazo continuará en el 30%-50% de las mujeres que toman la mifepristona sola y no completan el proceso con el fármaco de seguimiento misoprostol.
El régimen de reversión cuenta con el respaldo de la Asociación Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos Pro-Vida, que cita la literatura sobre el desarrollo de los fármacos y el uso rutinario de progesterona en el cuidado de mujeres embarazadas y el tratamiento de fertilización in vitro.
"Aunque Bella puede ofrecer la hormona a las mujeres en cualquier otra circunstancia, incluido el aborto espontáneo natural, está prohibido [bajo la nueva ley] hacerlo si el propósito es revertir los efectos de la píldora abortiva", destacó la organización provida en un comunicado del 14 de abril. "Esto obliga a las clínicas provida a elegir entre sus creencias religiosas profundamente arraigadas y su capacidad para operar como ministerios de atención médica en el estado".
Dede Chism, enfermera practicante, cofundadora y directora ejecutiva de Bella Health and Wellness, hizo notar en un comunicado que la clínica abrió "debido a nuestra creencia de que la vida es un regalo precioso de Dios, digno de protección en todas las etapas".
"Cuando una mujer busca nuestra ayuda para revertir los efectos de la píldora abortiva, tenemos la obligación religiosa de ofrecerle todas las opciones disponibles para ella y su hijo", subrayó Chism.
Los obispos de Colorado elogiaron la impugnación legal y señalaron que "afirma los derechos de la Primera Enmienda de los centros de embarazo y la capacidad de los proveedores médicos para recetar libremente el tratamiento APR como una opción que afianza la vida de las mujeres en Colorado".
Los otros dos proyectos de ley tienen "violaciones graves de la Primera Enmienda", advirtieron los obispos. Como ejemplos, indicaron que ya no se requerirá notificar a los padres de una menor que busca un aborto, la inclusión obligatoria de los costos del aborto en las primas de seguros, obligar a los centros médicos a incluir a quienes realizan abortos o brindan atención de "afirmación de género", y obligar a los empleadores privados a pagar por el aborto y la atención de "afirmación de género" en sus planes de atención médica.
Una disposición dirigida a los centros de embarazo provida los caracteriza como "centros antiaborto". Prohíbe la "publicidad falsa relacionada con la prestación de servicios de aborto o anticoncepción de emergencia, o referencias para esos servicios", aunque no está claro qué constituye "publicidad falsa".
Los centros de embarazo en crisis ofrecen a las mujeres embarazadas y sus familias recursos gratuitos y materiales para los bebés. Algunos brindan atención médica o referencias. La legislación los describió como "la presencia en el terreno de un movimiento bien coordinado contra el derecho a decidir". Los promotores del aborto se han opuesto durante mucho tiempo a los centros y sostienen que algunos se presentan como proveedores de servicios de aborto para atraer a las mujeres que están considerando abortar.
Entre quienes se oponen a los proyectos de ley se encuentra Pro-Life Colorado, una coalición de más de 36 organizaciones provida. Más de 60 representantes de los centros de recursos para el embarazo se han manifestado en contra de los proyectos de ley.
A raíz de las nuevas leyes, los obispos del estado reafirmaron su determinación a favor de la vida.
"Nosotros, los obispos católicos de Colorado y nuestras tres diócesis estamos comprometidos con hacer nuestra parte para abogar por la santidad de la vida, la libertad de conciencia y expresión, y continuaremos ayudando a las madres embarazadas y a las familias que experimentan embarazos inesperados a través de la expansión continua de servicios médicos, vivienda, consejería y recursos, tanto durante su embarazo como después", expresaron.
Los legisladores de Colorado aprobaron en 2022 la Ley de Equidad en Salud Reproductiva, que declaró el aborto como un "derecho fundamental" y despojó de todos los derechos al bebé en el vientre desde el momento de la concepción, diciendo que un óvulo fertilizado, un embrión o un feto no tienen "derechos independientes o derivados".
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.