El Obispo de Hong Kong, Mons. Stephen Chow, llegó este lunes 17 de abril a Beijing, capital de China, en un histórico viaje, el primero de este tipo en casi 30 años, en medio de algunas tensiones del gigante asiático con el Vaticano.
Mons. Chow, nombrado por el Papa Francisco Obispo de Hong Kong en mayo de 2021, recibió la consagración episcopal en diciembre de ese mismo año.
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El prelado jesuita de 63 años, que estará cinco días en Beijing y que ha sido invitado por la diócesis local, ha señalado anteriormente la importancia de que la Iglesia en Hong Kong sea un puente entre China y la isla.
Hong Kong es una región administrativa especial de China. Sus ciudadanos han gozado históricamente de libertad de culto, mientras que en la China continental hay una larga historia de persecución contra los cristianos que desafían al gobierno comunista.
Con la aprobación de la nueva ley de seguridad en 2020, el gobierno chino adquirió más poder para reprimir las protestas pro democracia en Hong Kong, que el régimen consideró como una amenaza directa a su poder.
Según informa Associated Press, el Obispo de Hong Kong se encontrará con el Obispo de Beijing, Mons. Joseph Li Shan. Visitará asimismo el Seminario Nacional de la Iglesia Católica en China y presidirá una Misa en la iglesia Xuanwumen.
El obispo también visitará la tumba del sacerdote jesuita Matteo Ricci (1552-1610), uno de los primeros miembros de la Compañía de Jesús que vivió en China.
Tensiones con el Vaticano
El viaje de Mons. Stephen Chow se da dos semanas después de que Mons. Joseph Shen Bin, Obispo de Haimen, fue designado como nuevo Obispo de Shanghái por el Consejo de Obispos Chinos, conferencia episcopal controlada por el régimen comunista.
El nombramiento no ha sido aprobado por el Vaticano.
El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, señaló el 4 de abril que "la Santa Sede había sido informada hace unos días de la decisión de las autoridades chinas" de trasladar a Mons. Shen Bin de Haimen a Shanghái, "y se enteró por los medios de comunicación de la instalación esta mañana".
Bruni precisó que no tenía nada que agregar a la evaluación de la Santa Sede sobre la transferencia del obispo, al menos por el momento.
Este nombramiento sería una violación, por parte de China, del acuerdo firmado con el Vaticano para designar obispos, aprobado en septiembre de 2018 y que ha sido renovado en 2020 y 2022. El detalle del mismo no se ha hecho público.
En una entrevista concedida a EWTN News en marzo, el Arzobispo Richard Paul Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, indicó que el acuerdo con China fue el resultado de una "negociación de unos 30 años", que se dio "bajo tres pontificados".
En ese proceso, "el objetivo era conseguir el mejor acuerdo posible, y ciertamente este acuerdo no es el mejor acuerdo posible", destacó.
El acuerdo ha sido criticado en distintas ocasiones por el Cardenal Joseph Zen, Obispo Emérito de Hong Kong.