La Corte Suprema de Estados Unidos suspendió por cinco días todas las restricciones a las píldoras abortivas que fueron dictaminadas por tribunales inferiores, ello mientras escucha los argumentos del caso Alliance for Hippocratic Medicine v. Food and Drug Administration.
Con este caso se pretende impugnar la aprobación de la mifepristona por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). Dicho fármaco se usa con frecuencia en los procedimientos de aborto químico.
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El 14 de abril, un fallo emitido por el juez Samuel Alito concedió al Departamento de Justicia del presidente Joe Biden la solicitud de emergencia para bloquear las sentencias judiciales recientes, mientras el Tribunal Supremo del país analiza el caso.
El fallo de Alito levanta todas las restricciones que el juez federal de Texas, Matthew J. Kacsmaryk, de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito, había impuesto sobre la mifepristona hasta la medianoche del miércoles 19 de abril.
Erin Hawley, asesora principal de Alliance Defending Freedom, la firma que representa a los grupos provida en este caso, señaló que el fallo de Alito no fue inesperado.
"La entrada de una breve suspensión administrativa es un procedimiento operativo estándar cada vez que se solicita a la Corte Suprema que considere una solicitud de emergencia como esta", explicó.
Según indicó, esto "le da a la Corte el tiempo suficiente para considerar los argumentos de las partes antes de dictar sentencia", agregó.
La decisión de la Corte Suprema significa que, por el momento, el uso de la mifepristona sigue siendo legal hasta las 10 semanas de embarazo, y puede enviarse por correo y administrarse a través de telemedicina, sin necesidad de una visita médica presencial.
La mifepristona es el primer fármaco utilizado en lo que, comúnmente, es un proceso de dos pasos para llevar a cabo un aborto químico. La píldora elimina al no nacido al cortar el paso de los nutrientes necesarios para su desarrollo.
Un segundo fármaco, el misoprostol, induce calambres y contracciones para expulsar el cuerpo del bebé del útero.
Los abortos químicos ahora representan más de la mitad de todos los abortos en los Estados Unidos.
El fallo del viernes 7 de abril del juez de Texas, Matthew J. Kacsmaryk, para suspender la aprobación de la FDA de la mifepristona se basó en que la aprobación se otorgó "sobre la base de un razonamiento y estudios claramente erróneos que no respaldaban sus conclusiones".
El jueves 13 de abril, un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito en Luisiana suspendió parcialmente el fallo de Kacsmaryk y restableció ciertas restricciones de la mifepristona levantadas por la FDA después de 2016.
El panel dictaminó que ya no se permitirá que el fármaco se distribuya por correo y que se requerirá que la persona interesada acuda a las visitas médicas presenciales para que se le recete y dispense la píldora.
Además, el tribunal restableció una restricción que limita el uso de la mifepristona hasta las primeras siete semanas de embarazo, en lugar de diez, y se requiere una visita médica de seguimiento para verificar si hay complicaciones después de un aborto químico.
Mons. Michael F. Burbidge, Obispo de Arlington, en Virginia, y presidente del Comité de Actividades Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), señaló este viernes que los obispos esperan "que el fallo final resulte en la eliminación total del aborto químico del mercado".
"El aborto nunca es la elección correcta para un embarazo difícil o inesperado, ya que siempre termina con una vida y pone en riesgo otra", continuó.
"Rezamos ardientemente a fin de que nuestra nación apoye y acompañe auténticamente a las mujeres para que, terminar con la vida de sus hijos solas en sus propios hogares, sea impensable", añadió.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.