Tras la “apatía electoral” manifestada en las últimas elecciones del Parlamento Europeo, el Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, recordó que “participar como candidato o como elector es una responsabilidad que dignifica a la persona dispuesta a trabajar por el bien común”.
La doctrina social de la Iglesia “nos anima a votar y estima la labor de quienes, al servicio del hombre, se consagran al servicio del bien común y aceptan las cargas de los oficios públicos”, expresó el Arzobispo en su carta “Cristianos y política”.
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“La política es digna porque nace y existe para el bien común y resulta injusto menospreciar con la abstención a los ciudadanos que se presentan a las elecciones”, puntualizó Mons. García-Gasco.
Asimismo, el Prelado sostuvo que “todos estamos llamados a colaborar en la vida pública y tenemos el derecho y, al mismo tiempo, el deber de votar con libertad para promover el bien común”. Sin embargo, “no todas las propuestas políticas responden al bien común o, al menos, no todas lo hacen del mismo modo”.
“Con claridad hemos criticado la guerra contra Irak, la falta de respeto del derecho a la vida de los no nacidos, o ciertos esquemas que lejos de solucionar los problemas de la pobreza en el mundo, prefieren políticas que aumentan la distancia entre ricos y pobres”, señaló el Arzobispo de Valencia a la vez que precisó que la Iglesia “no se confunde con la comunidad política ni está ligada a partido político alguno”.
Sin embargo, el Prelado pidió que “no se olvide” que la Iglesia “es, a la vez, signo y salvaguardia del carácter trascendente de la persona, y esto no es un privilegio sino un derecho”.
Mons. García-Gasco afirmó también que “es lógico y políticamente correcto que los cristianos nos pronunciemos, democráticamente, en las urnas a favor de aquellos partidos que más respeto proporcionan a los valores cristianos”.
Por la misma razón, señaló, “lo que nadie puede pretender es que vayamos a votar a quienes menosprecian o ridiculizan esos valores”, explicó. En realidad, “en el núcleo del Evangelio se encuentra llevar a la sociedad entera nuestros valores, no para imponerlos, sino para que puedan dar luz a quien libremente desea ser iluminado por el amor y el perdón”.
El Arzobispo concluyó su misiva destacando que “en uso de la libertad de expresión que gozan todos los ciudadanos, entre los que nos encontramos los pastores de la Iglesia, seguiré predicando que la vida está llena de ocasiones para hacer presente las obras del Evangelio, y las elecciones son una de estas ocasiones”.
Tras enfatizar que “ser cristiano es estar comprometido con la sociedad que nos rodea”, el Arzobispo invitó a “valorar positivamente la política y a quienes a ella se dedican con sincera vocación” y exhortó a “tener presencia activa en todos los cauces de participación pública, pues nada hay más erróneo que expulsar a los cristianos de la política”.