Las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre la Virgen María y la Eucaristía fueron los dos mayores obstáculos para la exprotestante LyLena Estabine, de 21 años, a la hora de aceptar la fe católica.
Esta Semana Santa, Estabine, quien también se ha consagrado a la Virgen María, dijo que espera derramar lágrimas cuando reciba por primera vez la Sagrada Comunión.
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"Será muy bueno finalmente poder participar en la fiesta eucarística", contó Estabine, estudiante del tercer año de Sociología en la Universidad de Harvard, Massachusetts (Estados Unidos), en una entrevista concedida el 28 de marzo a CNA, agencia en inglés de EWTN.
Originaria de Kansas, Estabine es uno de los 32 catecúmenos en el proceso OCIA (Orden de Iniciación Cristiana de Adultos) de la parroquia de St. Paul, en Cambridge, sede del Centro Católico de Harvard, lugar de rica tradición intelectual católica para estudiantes universitarios y jóvenes profesionales en medio de una de las ciudades más liberales del país.
La clase incluye a nueve estudiantes universitarios de Harvard, cinco estudiantes graduados de Harvard y 17 profesionales locales cuya edad promedio es de 29 años.
El P. Patrick Fiorillo, capellán de pregrado en el Centro Católico de Harvard, señaló a CNA que está ocurriendo una "conversión interior profunda" con el grupo actual que se prepara para ingresar a la Iglesia Católica.
"El simple hecho de ver la conversión en tiempo real de tantas personas es realmente inspirador", comentó.
Según el P. Fiorillo, Estabine no tenía miedo de hacer "grandes preguntas" mientras actuaba con humildad en su búsqueda de la verdad.
Llevando su cruz
Criada como protestante en un suburbio a las afueras de Kansas City, Estabine siempre tuvo una relación con Jesucristo.
Cuando, de niña, su madre la abrochaba en el asiento trasero del auto, le pedía que abrochara a Jesús junto a ella.
"Yo hablaba con Él mientras viajábamos, teniendo una conversación", narró.
Sus padres la criaron en diferentes iglesias protestantes y leían la Biblia. Siempre sintió que quería "tener conversaciones de alto nivel" sobre la fe con sus compañeros.
Después de ser aceptada en la Universidad de Harvard, históricamente una de las más prestigiosas del mundo, Estabine comenzó a lidiar con una depresión paralizante, ansiedad y pensamientos suicidas en su primer año durante la pandemia de COVID-19.
Intentó de todo, desde dietas hasta terapia, pero nada la curaba de los pensamientos negativos, una condición con la que ha lidiado desde muy joven y que empeoró en la universidad.
Sufriendo intensamente, recurrió a la fe que siempre conoció para curarse. Decidió que su última esperanza era sumergirse profundamente en su fe y finalmente leer la Biblia de principio a fin. Ella le dijo a Dios en oración: "Voy a leerla, y si para cuando termine no puedo encontrar una razón para quedarme aquí, entonces no puedo hacerlo más".
Le tomó un año, pero lo consiguió. Y fue curada.
"Cuando comencé a leerla, y básicamente comencé a entregarme por completo a Dios, simplemente poniendo mi vida a sus pies, Él me sanó por completo de toda mi depresión y ansiedad. Así que se lo debo a Él como un milagro", relató.
"Él me estaba llamando"
Segura de su fe y rodeada de amigos cristianos cercanos, Estabine comenzó a participar en debates "bastante acalorados" con una amiga católica sobre teología.
A medida que comenzó a darse cuenta más profundamente de que la verdad objetiva debe existir, supo que "no todos pueden tener razón".
Su amiga católica a menudo le enviaba enlaces de videos y artículos sobre la fe católica, que Estabine ignoraba la mayoría de veces.
Pero durante un viaje de servicio que realizó a Canadá, Estabine pasó mucho tiempo sola. Su amiga católica le envió un video sobre la Eucaristía y finalmente lo vio.
Encontró convincente el argumento de la presencia real, pero no estaba del todo preparada para aceptarlo.
Mientras continuaba lidiando con los argumentos a favor del catolicismo, tuvo un sueño peculiar antes de su tercer año. Este sueño resultó siendo "importante" para su conversión.
El sueño era "oscuro" y "aterrador", como una pesadilla. En él, ella se encontraba en una escuela y había "oscuridad" adentro, mientras que las ventanas estaban empañadas.
Trató de escribir "Dios" en una ventana empañada, pero no pudo por alguna razón. En el sueño, también trató de alejar la oscuridad, pero sin éxito.
Recuerda haber visto a un sacerdote católico, que "le habló a la oscuridad", y "respondió de una manera que no me respondía a mí cuando estaba tratando de expulsarla".
Este sueño alimentó el viaje espiritual de Estabine para encontrar más respuestas. Mientras continuaba su búsqueda de la verdad, pasó un tiempo en varias iglesias católicas y finalmente llegó a la conclusión de que se sentía atraída por el catolicismo.
Sin embargo, su único dilema era el miedo: preguntarse si todas sus experiencias previas con Cristo eran auténticas.
No fue hasta que hizo un viaje a París ese mismo verano, lidiando con la misma preocupación, que encontró la respuesta en las Escrituras. Abrió la Biblia mientras estaba sola una noche y leyó el capítulo 10 del Evangelio de Juan, el versículo 16: "También tengo otras ovejas que no son de este redil; a ellas también debo traerlas, y oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor".
Estabine manifestó que eso le confirmó que, aunque estaba "fuera del redil", era una de las ovejas de Dios y, de hecho, estaba escuchando su voz.
"Me estaba llamando a algo más profundo", señaló.
Entonces, una noche Estabine le envió un mensaje de texto a su amiga católica y le dijo: "Oye, de verdad no sé qué está pasando, pero realmente creo que necesito examinar esto más a fondo, y no creo que pueda hacerlo por mí misma".
Su amiga le presentó al P. Fiorillo, y el sacerdote respondió muchas de sus interrogantes y la ayudó a ubicarse en las clases de catequesis. Su amiga le dio un rosario y la llevó a la adoración eucarística. Comenzó a hacer preguntas más profundas y a encontrar las respuestas que buscaba.
Estabine, en un momento, sintió que necesitaba tener todas las respuestas para convertirse en católica. Pero un día en adoración, escuchó a Jesús decirle: "¿Desde cuándo la llave de tu corazón está en tu intelecto?".
Ahora, trata de rezar el rosario casi todos los días, terminó su consagración mariana el 25 de marzo y está emocionada de recibir la Primera Comunión y la Confirmación en la Vigilia Pascual en St. Paul el 8 de abril.
"Ella destaca por tratar realmente de abrazar toda la fe católica y orientar toda su vida en torno a la misma, así como incorporar en su vida todo lo que la Iglesia le ofrece", sostuvo el P. Fiorillo.
Y Estabine está lista ahora que se acerca la Semana Santa.
"En términos de recibir la Eucaristía, estoy muy emocionada, Probablemente voy a llorar", indicó.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.