Catholic Relief Services (CRS), la agencia internacional humanitaria creada por los Obispos de Estados Unidos, viene teniendo un rol vital en la reducción de la inseguridad alimentaria y del impacto del cambio climático en la población de Honduras desde hace más de 60 años.

A lo largo de una semana, ACI Prensa conoció de primera mano algunos de los proyectos implementados por esta agencia católica en el país centroamericano –principalmente en el rubro de la agricultura–. A través de ellos se busca diversificar las fuentes de ingresos de las comunidades rurales que, en muchos casos, sufren el abandono del Estado.

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Entre los proyectos más destacables se encuentran los reservorios de agua, los sistemas de riego por goteo y la creación de casas malla (estructuras que protegen el cultivo de las plagas y condiciones climáticas adversas).


Cosecha de agua en Aguanqueterique, Honduras. Crédito. Diego López Marina - ACI Prensa.

El trabajo de CRS en favor de las comunidades rurales

Desde la década de 1980, CRS en Honduras ha ejecutado más de 600 proyectos de agua, especialmente en zonas rurales, debido a que el país es golpeado constantemente por los efectos del cambio climático, con prolongadas sequías y lluvias extremas.

En su encíclica Laudato si', el Papa Francisco ha señalado que el "cambio climático es un problema global" que "plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad".  

Sólo en 2021, Honduras sufrió los embates de los huracanes Eta e Iota, que causaron devastación y pérdidas en toda la región.

En una entrevista concedida hace unos días a ACI Prensa, Carlos Ruiz, Gerente de Resiliencia para el proyecto Prosperamos de CRS Honduras, dio detalles sobre una de las iniciativas emblemáticas de la agencia humanitaria en el país: el proyecto "Raíces".

Este proyecto, que Ruiz lideró desde octubre del 2020, ayudó directamente a 4.490 hogares de tres departamentos y 14 municipios.

"Raíces nació a partir de una sequía fuerte en el 2018 que azotó a Centroamérica, especialmente en la zona del Corredor Seco. El objetivo era atender los riesgos de desastres hidrometereológicos, como las sequías", detalló. 

Según CRS, la sequía severa del 2018 provocó que más de 65.000 familias campesinas hondureñas perdieran el 80% de sus cultivos. Al año siguiente, cerca de 170.000 agricultores vieron caer sus cosechas en más de la mitad.

Ruiz explicó que este proyecto tuvo como meta "la regeneración del suelo y apoyar a los agricultores con reservorios de agua y sistemas de riego por goteo, para mantener la producción incluso en periodos de sequía prolongada".  


Cultivo trabajado por medio del riego por goteo, en Aguanqueterique, Honduras. Crédito: Diego López Marina - ACI Prensa.

"A la par desarrollamos grupos de auto ahorro y préstamos para los agricultores, que les permitían afrontar ellos mismos las situaciones de crisis", agregó.

El especialista de CRS Honduras reiteró que el principal beneficio fue, en definitiva, "el acceso al agua para consumo y para la producción de granos básicos y cultivos de alto valor".

En 2021, CRS atendió a 535.630 hondureños afectados por los estragos producidos por el clima.

Honduras es un país de ingreso medio bajo con los niveles más altos de desigualdad económica en toda la región latinoamericana, con un ingreso per cápita de apenas 2.271 dólares, según cifras del Banco Mundial (2021).

El 9 de marzo, la representante de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Tegucigalpa, Fátima Espinal, informó a la agencia EFE que "unos 4.9 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria de moderada a leve" en Honduras y 1.5 millones están desnutridos.

En la entrevista con ACI Prensa, Ruiz resaltó que "una ventaja de la atención de CRS a las poblaciones vulnerables" es que la organización cuenta con "un esquema muy claro llamado 'Camino a la Prosperidad', que permite identificar familias dentro de una escala de pobreza y vulnerabilidad".

"Ellos pasan de estar en situaciones de emergencia a otra etapa de recuperación y construcción de capacidades, hasta llegar a una etapa de prosperidad", aseveró.

Un caso de éxito

Un caso de éxito es el testimonio de Rony Figueroa, un padre de familia católico que logró desarrollar una finca de 8 parcelas de tierra en Aguanqueterique, un municipio del departamento de La Paz, en el corazón del Corredor Seco (franja de territorio que atraviesa Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua).


Rony Figueroa. Crédito: Cortesía de CRS

Figueroa cultiva una variedad de frutas y verduras como tomates, plátanos, maíz, frijoles y chiles. Además, cuenta con un estanque de tilapias, el cual es llenado con el agua de un río cercano, fruto de la implementación del proyecto Raíces de CRS y que es financiado por la Oficina de Asistencia Humanitaria de USAID.

En declaraciones a ACI Prensa, Rony comentó que gracias al proyecto Raíces trabaja de una manera que "jamás soñó", e inclusive puede emplear a otras personas para que trabajen en su finca.

"Esta experiencia me marca e impulsa para ser ejemplo de mis vecinos y de mi pueblo, para que vean que con esfuerzo se puede sobrevivir en este país. Todo ha sido una bendición de Dios y es gracias al apoyo de estas buenas personas", expresó.

Figueroa aseguró que siente una "satisfacción enorme" al saber que sus vecinos no tienen que caminar más de una hora para conseguir algún producto en Comayagua (la ciudad más cercana), sino que ahora él puede proveer de productos básicos.

"Con los cultivos me ayudo a mí mismo y ayudo a mi comunidad", acotó.

"Es una alegría meditar que, en mi casa, siempre mis hijos tendrán algo que comer. Yo siempre digo que todo es bendición de Dios y depende de Él. El Señor provee", añadió Rony.

Casas malla: Una solución eficaz frente al clima adverso

Faustino Vásquez, líder de una comunidad agrícola en el poblado de Los Hornos, ubicado en el municipio de Santa Ana, departamento de La Paz, contó a ACI Prensa que el principal problema para la cosecha ha sido el clima, debido al intenso calor en la zona y la aridez del suelo.

"Hemos tenido problemas con el agua hasta el 2015, porque no había ni para tomar. A veces sembrábamos el maíz y el frijol, pero se perdían por la sequía", lamentó Faustino, en conversación con ACI Prensa.

Sin embargo, con la implementación del proyecto de agua potable y riego por parte de CRS y su socio local Asomaincupaco (Asociación para el Manejo Integral de Cuencas de La Paz y Comayagua), la vida de esta comunidad mejoró considerablemente.

"Somos 23 familias beneficiadas por el sistema de riego y, además, ahora tenemos dos casas malla para evadir las plagas. Estas casas malla son como una barrera para que no ingresen insectos y, además, nos permite ahorrar dinero en insecticidas", explicó.


Casa malla en Los Hornos, Honduras. Crédito: Diego López Marina - ACI Prensa.

Según Espinal, la FAO ha determinado que más del 70% de hondureños viven en pobreza y más del 50% en pobreza extrema, por lo que estas personas tienen "menos posibilidad de acceder a una dieta saludable".

Esta realidad, ha logrado ser revertida en la comunidad de Los Hornos. Según Vásquez, los proyectos beneficiaron a su comunidad permitiéndoles obtener "mejores productos" y una mayor variedad de los mismos.

"Los agricultores ya pueden sustentar a su familia y ya nos tenemos que sacar de nuestra bolsa para comprar algunos productos, porque ya los producimos", comentó con alegría.